—¿Qué puede esperarse —dijo Meneses— de un país que
después de 80 años ni siquiera ha sido capaz de enterrar a sus muertos?
Nada, no puede esperarse nada, absolutamente nada.
Meneses era radicalmente pesimista
respecto al futuro de España. Nada nuevo ni original en este país, por
otra parte. Y si como afirma Manuela Carmena ser pesimista es
reaccionario, entonces Meneses era absolutamente reaccionario. Pero es
que los hechos le daban la razón. Quizá algún día sea posible vivir con
dignidad en España, pensaba Meneses, pero eso no será antes de otros mil
años. "España es un país —decía Meneses— donde la dignidad está en las
cunetas, o en el exilio. No hay otra."
Meneses pensaba también otras muchas
cosas, como que el verdadero monumento a los caídos no era aquel bodrio
fascista erigido por Franco, sino que eran las cunetas españolas, que es
donde están los verdaderos "caídos", porque, decía Meneses, no se cae
por la patria o por Dios, sino sólo por valores humanos fundamentales:
la libertad, la justicia, la dignidad... Y concluía que nuestra
verdadera Constitución —la auténtica, la escrita con la propia sangre,
no la de papel— estaba también en aquellas cunetas, y ahí seguiría bajo
tierra hasta que no se cumpliera la "verdad, justicia y reparación" para nuestras víctimas.
Lecturas recomendadas.—80 años de la guerra de España
- Julián Casanova, Golpe de Estado, guerra civil y políticas de exterminio (16-7-2016)
- Josep Fontana, El día que comenzó la guerra civil (11-2-2011)
- Gilbert Grellet, El imperdonable abandono de la República española (17-7-2016)
- cuartopoder.es, La quiebra de la esperanza (18-7-2016)
- Lidia Falcón, Los primeros disparos que incendiaron el mundo (17-7-2016)
- Alejandro Torrús, La vergüenza de un país (17-7-2016)
- Jon Lee Anderson, Dinamitar el Valle de los Caídos (17-7-2016)
- José Antonio Martín Pallín, La sombra del 18 de Julio es alargada (19-7-2016)
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