29 de octubre de 2017

(Catalanes montados en un Clavileño.)

Hace unas semanas escribí que si en Cataluña se proclamaba la independencia, íbamos a tener un problema monumental. Pues bien, ya tenemos el problema monumental: desde el pasado día 27 de octubre en que el Parlament proclamó la República catalana, una gran parte de la población catalana vive, o cree vivir, en una República independiente. Desde este día 27, todas las disposiciones publicadas en el BOE por el Estado español, no afectan para nada a estos catalanes, lo mismo que no les afectan las disposiciones de cualquier otro Estado extranjero. La tarea de esos catalanes ex independentistas y ahora ciudadanos de la nueva República catalana, es desarrollar esa República, dotarla de contenido por medio de un proceso constituyente, trabajar para que sea reconocida por otros Estados, etc. Se trata de un número muy importante de catalanes, que quizá se corresponda poco más o menos con los antes independentistas, es decir, en torno a un 48 % de la población. En resumen, el problema monumental es este: en Cataluña, casi la mitad de la población ha devenido ilusa, vive en una realidad ficticia, ilusoria, y lo que es peor, está autoexcluida para participar en la vida política real. Como don Quijote montado en el Clavileño, que creía volar por los espacios siderales cuando en realidad no se movía del sitio, casi la mitad de los catalanes viven montados en el Clavileño ilusorio de la República (*).


¿Quién es capaz de convencer a don Quijote de que la caballería andante no existe? Nadie. Es imposible. Si alguien lo intentase, el propio don Quijote se encargaría de demostrarle cuán equivocado está. Sea por las buenas, con razones, o por las malas, con los hechos. Es más: le demostraría que el chiflado no es él, sino que lo somos todos los demás por no reconocer lo evidente: que él es un caballero andante, y basta con tener ojos en la cara para darse cuenta. Nadie va a convencer a los catalanes de que la República no existe cuando fue proclamada por el Parlament el día 27. Por lo tanto Cataluña queda escindida en dos: una mitad trabajando para construir la nueva República en las nubes, y otra mitad (o parte de ella, los autocalificados "constitucionalistas") trabajando no se sabe muy bien para qué, lo más probable es que para cargarse lo que queda aún de Autonomía. Ese es el problema.

Si nos vamos a la otra parte, es decir, al Estado español, está abarrotado de Quijotes. Hasta los topes. Unos creen en la nación soberana, otros en la España Una... Obsérvese la doble chifladura de la "nación soberana", porque ni existe la nación española (ya tengo ganas de escribir un post al respecto), ni es España soberana. Si alguien le cuenta a san Mario Draghi que España es un Estado soberano, se desternilla de risa. Quizá no lo haga por educación, pero no por falta de ganas. En cuanto a la "España Una", basta con el País Vasco y Cataluña para demostrar de manera fehaciente que España no es Una sino Tres. Como mínimo. Pero los ilusos de la España Una llevan casi un siglo montados en su Clavileño dando la lata. Por cierto, si algún día hubiese un proceso constituyente, lo primero que deberíamos hacer es cambiar el nombre de España por el de las Españas, en plural, porque eso es lo que es las Españas. "Soberanía nacional", "nación española", "España Una"...: en España hay Clavileños donde elegir. Ilusos en Cataluña, e ilusos hasta los topes en España. Y ahora, en esos días de Rajoy Brey el Sensato, los ilusos de moda son los  extemporáneos de la "nación española". ¡Vivimos en el siglo XIX! Decía alguien que quien no vive las cosas a su tiempo las tiene que vivir a destiempo. Y así se da la patética paradoja, como hemos visto esos días en las demostraciones patrióticas de Barcelona, de arremeter contra los nacionalismos frente a un mar de banderas. Lo grave (y lo peligroso hasta cierto punto) es que los ilusos españoles tienen el Estado a su favor. Pero eso es otro post.

Regresemos a Cataluña. ¿Qué hacer? ¿Qué hacer en un país con cerca de la mitad de su población volando por las nubes montada en el Clavileño de la República? He aquí lo que propongo: cuando después de las elecciones de 21 de diciembre se constituya el nuevo Parlament, lo primero que debería hacerse es anular la proclamación de la República catalana. Retroceder la DUI. Es la manera más rápida y efectiva de descender a tierra, es decir, a una Autonomía catalana reducida a escombros después de haber sido arrasada por un art. 155 fulminante que este sí, no tiene nada de ilusorio ni puede retrocederse. Y quizá nos toque cuatro años de aguantar y padecer la pesadilla de un iluso o una ilusa diciendo tonterías sobre la nación española desde el Govern de la Generalitat. Pero por lo menos estaremos en condiciones de afrontar de nuevo nuestro futuro.


 

(Goya - Los Caprichos.)
87. 

"¡Pedro, mantente firme, líbranos de Rajoy
y del PP, líbranos, por Dios, líbranos de ellos!"


Coda. Quiero expresar una vez más todo mi modesto apoyo y solidaridad con Ada Colau, que recibe ataques desde todas partes. Parece que molesta a muchos. Ánimo. El sarampión fascista pasará pronto, y si hay violencia acabará de golpe, porque ya nadie en ninguna parte soporta la violencia, ni en España ni fuera de ella. El Régimen tiene los días contados, porque lo único que tiene que ofrecer es lo que se vio el 1 de octubre en Cataluña o unos días después en Valencia. Y ningún Estado, si no es Turquía, puede sostenerse a base de policías, represión y ultraderechistas sembrando el terror en las calles de las ciudades como ha ocurrido hoy otra vez en Barcelona.

(*) Digo esto con todo el respeto por las personas que fueron a votar el 1 de octubre en Cataluña. Quizá yo también hubiera ido a votar si estuviera empadronado en Barcelona, primero como protesta contra el PP y segundo para dejar en evidencia a un gobierno inepto y autoritario. Pero soy partidario de un referéndum acordado, realizado con todas las garantías, y por lo tanto que sea reconocido por los organismos internacionales y por ende por los demás Estados.

Y por supuesto coincido con Ada Colau: ni DUI ni 155. Aunque al final hemos tenido una DUI light y un 155 light, muy convenientes para ambos Govern/gobierno, pero con un efecto igualmente hard: la división de la sociedad catalana. Lo cual desde luego beneficia a ambas derechas catalana y española. Total, gana la derecha, la izquierda sigue sin tocar balón. Cuanto antes se baje el independentismo de su Clavileño, mucho mejor.

Lecturas recomendadas
- Francisco Jurado, Política No-De-Ley (29-10-2017) 
- Editorial / La Vanguardia, Reparar el error: reconstruir (30-10-2017) 
- Javier Pérez Royo, Joan Subirats y Esperanza Gómez, Sobre Cataluña, el independentismo y la Constitución (29-10-2017) vídeo
- Javier Pérez Royo, Declaración de independencia y "coacción federal": la confluencia de dos espejismos (30-10-2017) 
- Ramón Cotarelo, La nación como propaganda (30-10-2017)

27 de octubre de 2017

(La camarilla y el 155.)

El comportamiento de la camarilla que ocupa el poder (desisto de llamarlo gobierno) es tan irracional que escapa a mi comprensión. A tanto no llego. ¿Cuáles cree la camarilla que serán las consecuencias de la aplicación del art. 155 en Cataluña, sean cuales sean las "medidas" que se adopten? Porque un sujeto racional debe prever las consecuencias de sus acciones. ¿Qué prevé la camarilla que ocurrirá en Cataluña? No hay que ser Nostradamus para pronosticar: 

Una conflictividad social sostenida y en proporción directa a la represión que a la camarilla se le ocurra desencadenar en Cataluña. Sin excluir violencia por las dos partes. Habrá más de otro 1 de octubre. Seremos portada y abriremos telediarios hasta aburrir los medios de comunicación del orbe mundo. Además, una conflictividad inmune a leyes mordaza, piolines, multas, palos y detenciones. Al contrario, lo previsible es que a cuanta más represión, más follón. Dicen que en Cataluña hay 7,5 millones de habitantes, así que vaya calculando el ministro reprobado Zoido la de piolines necesarios para atender los conflictos.

La economía de Cataluña se verá seriamente afectada. No hay economía que aguante un período tan prolongado de grave conflictividad social. Y evidentemente ello acabará por repercutir en la economía española. La economía catalana no es solo el 20 % del PIB de España, es el "motor" de la economía española. Todo eso está cantado. A no ser que la camarilla piense ejercer en Cataluña una represión a lo bestia como en Turquía, con decenas de miles de detenidos y encarcelados (todos ellos, evidentemente, por delitos de "terrorismo" y contra la seguridad del Estado: en las dictaduras no se andan con rodeos, aquí ya vamos ensayando) y acabar en cuatro o cinco meses hasta con el último disidente en Cataluña. Nueva "paz de los cementerios" y listo. Seguro que a alguien ya se le ha ocurrido porque en el gobierno están sobrados de genios... Y todo esto en un país con un billón de deuda pública, mientras san BCE ya ha anunciado el recorte a la mitad en la compra de deuda. Es espectacular.

¿Es eso lo que pretende la camarilla? Reconozco que me supera. Una cosa es incendiar Cataluña para tapar la corrupción, inflamar el anticatalanismo en el resto del país y azuzar la Bestia del nacionalismo español (todo un clásico de la extrema derecha patria cuando se le ocurre hacer algo que no sea robar), todo ello con el noble fin de arañar unos votos en las próximas elecciones, y otra cosa es hundir la economía catalana, y veremos qué ocurre con la española. Y el remate es que este programa ¡A por ellos! es el de un partido con 900 imputados por corrupción, imputado el propio partido, y ¡5 ministros 5! y un Fiscal General reprobados por el Congreso de los Diputados. Y el PSOE apoyando.

Evidentemente, el Estado tiene capacidad suficiente para arrasar Cataluña y convertirla en Zimbabue. Incluso en una especie de "zona de ocupación", con militares apostados a la entrada de la Diagonal registrando los vehículos que entran y salen de Barcelona, etc. Total, he aquí la situación: una camarilla dispuesta a cargarse una Comunidad Autónoma que es el principal sostén de un Estado en quiebra. Y la Unión Europea ya ha dicho su última palabra: si somos tan idiotas como para suicidarnos, convertir España en un Estado fallido y hacer compañía a Grecia, allá nosotros. Ellos encantados: uno menos.

No sé cómo todavía hay gente con humor para seguir analizando lo que ocurre. Mi conclusión definitiva es que en España el poder está en manos de un puñado de dementes. Fundamentalistas alucinados y locos de atar.

Aún no he escuchado la arenga guerrera de Rajoy Brey en el Senado, pero ya tal. Dice que quiere "salvar Cataluña". De momento se está salvando él de disolver el PP.

Por su parte, el Parlament ha culminado el desastre, y si había alguna comprensión hacia Cataluña en los medios internacionales ahora ya no habrá ninguna. Estupidez máxima por parte del gobierno del Estado y estupidez máxima por parte del gobierno de Cataluña. El lamentable enfrentamiento entre las dos derechas ha acabado de la peor manera de todas las posibles. Fin.


El próximo capítulo, que acaba de iniciarse, lleva este título: el derrumbe del Régimen corrupto y delincuente. 


Desde Rajoylandia. Lo último
En su discurso al Senado esta mañana, Rajoy Brey ha dicho que se celebrarían elecciones autonómicas en Cataluña en un plazo máximo de seis meses. Apenas unas horas después, en su comparecencia después del Consejo de Ministros, acaba de decir que las elecciones se celebrarán el 21 de diciembre (!). Las cosas cambian con tal velocidad que uno va al aseo bajo una monarquía y sale del aseo con una República declarada. Sin duda alguien (¿quién?) (*) ha aconsejado a Rajoy Brey el Sensato que la crisis de Cataluña no puede mantenerse abierta por seis meses, o por tiempo indefinido (?), que eso es un disparate, y que hay que cerrar la crisis cuanto antes. Aquello de la "vuelta a la normalidad", etc. Desde luego, es lo más sensato que se ha dicho en los últimos meses. Todo un prodigio. Ahora bien: elecciones, ¿qué elecciones? ¿Con qué partidos? ¿Con qué programas? ¿Qué "normalidad"? ¿Con los dirigentes de algunos partidos en la cárcel acusados de rebelión, que se añadirán a los dos ya encarcelados por sedición? Un misterio. Confieso que no entiendo nada. Creo que nos estamos adentrando en un mundo surrealista, fantástico, otra dimensión... Si ves un elefante rosa volar por el cielo, no te asombres, es todo normal. 

Es para preguntarle a Rajoy Brey que defina "normalidad", y si es que incluirá solo a PPC, PSC y Ciutadans (hace unos días Inés Arrimadas se proponía como presidenta de la Generalitat... o Generalidad), o quizá incluirá a alguien más... En fin. 

Y eso que aún no he formulado la pregunta-bomba: ¿cómo son posibles unas elecciones autonómicas en una República independiente? Eso es de máster.

(*) Cada vez estoy más convencido de que entre el discurso en el Senado de esta mañana y la comparecencia de Rajoy Brey después del Consejo de Ministros esta tarde, ha habido una "mano negra" que ha cambiado radicalmente el plan de intervención en Cataluña: de duro, de derrota total y sumisión incondicional de los indígenas catalanes al Imperio, a light. Alguien de peso (hint: ¿san BCE?) ha visto el disparate y ha llamado al orden: elecciones el 21 de diciembre. Punto. Vuelta a la "normalidad" ya. Ahora bien, veremos qué elecciones y qué "normalidad". 

Mañana será otro día, porque aún puede haber más sorpresas. Ya puestos... De todas maneras, tendremos Virreinato, jaleo y lío para bastantes semanas. 


—¡Con lo fácil que era convocar un referéndum acordado y ganarlo! —exclamó Aquilino.


"¿Hay quien dé más?" Genial el artículo de Javier Pérez Royo, ¡Qué bonita es la política! Efectivamente, después de 10 días de vértigo, de vueltas y revueltas y de un disparate tras otro, con un poco de suerte, si no nos cae un meteorito encima, el día 22 de diciembre estaremos más o menos donde estábamos el 26 de octubre, es decir, antes de la DUI y el 155. No hay quien lo iguale. En apenas 10 días habremos tenido, en apretado resumen: una I República catalana de 6 segundos y una no-declaración de independencia, una tanda de Imperiales Requerimientos como hacía siglos que no se veían, dos presos políticos, una II República interruptus de 3 días, un súper art. 155 equivalente a una declaración de guerra, pero rectificado a las 8 horas por un mini art. 155 light con fecha de caducidad al mes y medio, un Govern cesado, un Parlament disuelto, una convocatoria de elecciones (!) y finalmente una Virreina de Cataluña por 55 días. Insuperable. El que se aburre es porque quiere.

Sin embargo, el día 22 de diciembre no será exactamente un regreso a la casilla de salida. Habrán cambiado muchas cosas, especialmente debido a la declaración de independencia. Pero esto es otro post.
 
Lecturas recomendadas
- Javier Pérez Royo, El peor 155 posible y "Porque me da la gana" (27-10-2017), La sangre no llegó al río y ¡Qué bonita es la política! (28-10-2017)
- Ignacio Escolar, El martirio y Elecciones el 21-D (27-10-2017) 
- Ada Colau, No en mi nombre (27-10-2017) 
- Enric Juliana, Catalunya, fatalidad y destino y El error Puigdemont, en evidencia (28-10-2017) 
- Fernando López Agudín, Después del 155 ¿qué? (28-10-2017)
- Editorial / La Jornada, Cataluña: el peor de los escenarios (28-10-2017)

25 de octubre de 2017

(Mariano Rajoy me quiere gobernar.)


Mariano Rajoy me quiere gobernar
Y yo le sigo le sigo la corriente
Porque no quiero que diga la gente
Que Mariano Rajoy me quiere gobernar

Que hable en castellano, y lo hablo
Que agite la bandera española, y la agito
Que vaya a los toros, y voy
Que baile pasodoble, y lo bailo
Que grite ¡Viva España!, y lo grito
Que grite ¡Viva el Rey! ¿El Rey?
¡No, no, no, no, Mariano Rajoy, que no, que no, que no, que no!

¡Ay! ¿Por qué?

Mariano Rajoy me quiere gobernar ¡Oye!
Me quiere gobernar
Que no que no
Me quiere gobernar

Mariano Rajoy me quiere gobernar
Y yo le sigo le sigo la corriente
Porque no quiero que diga la gente
Que Mariano Rajoy me quiere gobernar





Iñaki Gabilondo coincide con Ada Colau: ni DUI ni 155. Coincide también con tantísimas personas sensatas dentro y fuera de Cataluña. Supongamos el milagro de que no hubiera ni declaración de independencia en Cataluña ni aplicación del art. 155 (que en la práctica supone poco menos que una derogación de la Constitución: una auténtica arma de destrucción masiva de la democracia). ¿Entonces qué? Entonces lo siguiente:

— Habría que reconocer que hay un problema político en Cataluña. Pero es que este problema político es monumental. Un problema que desde 2010, y especialmente desde 2011 a partir del gobierno de Rajoy Brey, ha crecido de modo desorbitado: a) casi la mitad de la población catalana ha desconectado de España, b) el 80 % de la población catalana no acepta la actual relación de Cataluña con el Estado. Lo que ha hecho el gobierno de Rajoy Brey el Sensato es mirar para otro lado cuando no ningunear aún más a los catalanes y echar más gasolina al fuego, de manera interesada, avivando el anticatalanismo y la Bestia del nacionalismo español más retrógrado (que tampoco es que haya otro). Y cuando por fin el gobierno se decide hacer algo, no se le ocurre otra cosa que considerar el problema político como un problema de orden público (doctrina clásica de la extrema derecha patria) y enviar los tanques del art. 155, lo cual es estropearlo todo de manera definitiva, a no ser que el gobierno tenga en mente regresar a la España Una franquista: ese es el proyecto demente que parece titilar al fondo. 


Pero, como ya he dicho en un post anterior ("Hacia el Estado fallido"), desmantelar el Estado autonómico no equivale a regresar al Estado unitario, sino a quedarnos sin Estado, y eso tiene el nombre de Estado fallido. Un Estado fallido gestionado arbitrariamente (que no gobernado, porque no es posible) por una camarilla, que es el equivalente del gobierno en los Estados fallidos.

— Ahora bien, suponiendo el milagro (y ya van dos milagros) de que el gobierno reconociera que en Cataluña hay, efectivamente, un problema político, ¿qué habría que hacer? En un Estado democrático, lo que corresponde en esos casos es sentarse a una mesa a buscar una solución. ¿Quiénes? Representantes del Parlament catalán y del Congreso de los Diputados español: esos son los representantes de la soberanía y los únicos que pueden dar una respuesta legítima a los problemas políticos que sean.

— Eso último lo digo de modo provisional: no está claro el quiénes. Lo que está claro es que en ningún caso debería plantearse como una negociación entre gobiernos, español y catalán. El problema político planteado en Cataluña afecta a los arts. 1 y 2 de la Constitución, y ello equivale a abrir un proceso constituyente en toda regla. Por lo tanto, palabras mayores. Y ya puestos, en ese proceso constituyente quizá habría que empezar por el principio: un referéndum sobre la forma de Estado, que es lo que no se resolvió en 1976.

— Pero todo esto no es posible si antes no se detiene en seco el enfrentamiento suicida: ni DUI ni 155.


Y ya no sé cuántos milagros van, he perdido la cuenta. 


Importantísima la entrevista al catedrático de derecho constitucional Enoch Albertí, donde se repasa toda la madeja de problemas que estamos viviendo. La conclusión que extraigo es que el gobierno del PP, o mejor, la camarilla de dementes que maneja las cosas, nos está llevando al CAOS. Impresionante asimismo la afirmación de que "hoy parece que la unidad de España está por encima de los derechos de las personas" y parece transmitirse "la idea de que la unidad de España es anterior a la propia Constitución y se la sitúa por encima". Es decir, la "unidad de España" tiene un carácter dogmático, metafísico, y ello vendría a corroborar la tesis de que el núcleo duro del fascismo en España ha quedado al margen y por encima de la Constitución, no está afectado por ella: es intocable. Y este es precisamente el meollo último de todos los problemas actuales.

Contundente y no es para menos el artículo del catedrático Javier Pérez Royo ("La tercera mayor estupidez: el 155"): aplicar el art. 155 "es una estupidez de tal magnitud, que debería conducir a que se considerara que la persona a la que se le ha ocurrido tal idea ha perdido la razón". Creo que en este artículo Pérez Royo ha escrito su última palabra sobre el problema de Cataluña y el disparate monumental del PP. 

Suscribo y comparto por entero lo dicho en su artículo por Jordi Borja, antiguo profesor mío de Sociología en la Universidad de Barcelona, hace 45 años. Haber vivido el franquismo para regresar al franquismo es una experiencia abrumadora. Insoportable. Ni Kafka pudo imaginar una pesadilla peor. Es la gran hazaña del PP.

La entrevista a Jaume Asens no tiene desperdicio. 

Lecturas recomendadas
- Javier Pérez Royo, Legitimidad en entredicho en el peor momento (24-10-2017) y La tercera mayor estupidez: el 155 (25-10-2017)
- Iñaki Gabilondo, Dudas y discrepancias (25-10-2017) 
- Eduardo Bayona, Furor recentralizador en el PP: varios cargos amenazan con el 155 en media España (25-10-2017) 
- Alejandro Torrús, Enoch Albertí: "Vivimos una reinvención de la Constitución de 1978" (25-10-2017) 
- Jordi Borja, Estado español contra España (24-10-2017) 
- María Eugenia R. Palop, Diez razones para resistir al 155 del Partido Popular (25-10-2017) 
- Miguel Mora, Otra política es posible (25-10-2017)  
- Fernando Ónega, Numancia.cat (26-10-2017) 
- Sato Díaz, Jaume Asens: "El PSOE hizo a Rajoy presidente de España y ahora de Cataluña" (26-10-2017)
- Fernando López Agudín, El 155 interruptus de Sánchez (26-10-2017) 
- Declaración institucional de Carles Puigdemont (26-10-2017) 
- Sebastià Alzamora, Sólo el Estado español odia a España (25-10-2017)

22 de octubre de 2017

(El problema: el Estado fascista.)

El Estado español es fascista. Y utilizo el término fascista no como figura retórica, sino con todas sus letras y su significado. También con conocimiento histórico. El Estado español es fascista porque adopta el núcleo duro del fascismo español: el dogma de la unidad e indivisibilidad de la nación (art. 2 CE) (ver el post "El dogma infranqueable: la unidad de España"). El dogma de la unidad de España es incuestionable, intocable. El dogma de la unidad de España está por debajo de Dios y quizá —no estoy seguro— del rey, pero por encima de todo lo demás. Está incluso por encima de las vidas de 7,5 millones de catalanes, o de quien sea. El art. 8 CE incluso obliga a las Fuerzas Armadas a defender por la fuerza la "integridad territorial" contra cualquier intento de secesión, como recuerda día sí y otro también la ministra Cospedal, un artículo inexistente en las Constituciones democráticas de nuestro entorno.

El gran drama de España es que frente a este Estado fascista secular no hay oposición. La única oposición al Estado fascista, y a los partidos políticos que lo sostienen, PP-PSOE-C's, ha surgido de la sociedad catalana de manera mayoritaria. El art. 155 se ha puesto en marcha precisamente para aplastar a esa sociedad catalana disidente enfrentada al fascismo del Estado, y volverla al redil, a la "normalidad" institucional, según el sobredicho Estado. El art. 155 es el ¡a por ellos! de todo el Estado contra Cataluña, el último bastión democrático (y republicano) en España. Veremos hasta dónde llega la violencia del Estado y si puede someter por la fuerza a 7,5 millones de catalanes. Lo dudo. Hace tiempo que pronostiqué que el problema de Cataluña se llevaría por delante a la derecha inepta, corrupta y delincuente española y arrastraría con ella a la monarquía. ¡Pero cuánto sufrimiento todavía!

¿No es posible hablar de la unidad de España, no se puede poner en cuestión la sacrosanta unidad de España? Porque ahí está todo el problema territorial de España, permanentemente insoluble. Sin embargo, en un Estado democrático es posible hablar de TODO. Esto es lo que se complace en ignorar, o aparentar que ignora, Rajoy Brey el Sensato y futuro virrey de Cataluña. En un Estado democrático se puede hablar de todo sin excepción, incluso si afecta al art. 2 de la Constitución. Incluso si afecta a la soberanía nacional (art. 1.2 CE). No hay nada de lo que no pueda hablarse y discutirse en un Estado democrático. Por lo menos en determinadas circunstancias, y el problema de Cataluña (y del País Vasco) es sin duda una de esas circunstancias, porque está en juego toda una Comunidad Autónoma y la dignidad y la convivencia pacífica de 7,5 millones de ciudadanos: un asunto que afecta de manera muy grave a todo el Estado. Ahora bien, lo que no es posible, desde luego, es hablar de la unidad de España con un Estado fascista y con partidos políticos que, aunque se califiquen a sí mismos de demócratas, aceptan a pies juntillas el dogma central del fascismo español. Y la primera consecuencia práctica de este dogma es que cualquier asunto que afecte a la unidad de España o a la soberanía nacional no es, no puede ser bajo ningún concepto, un problema político, sino un problema de orden público, y como tal problema de orden público ha de ser tratado. Esta es la doctrina de la derecha fascista española desde Primo de Rivera hasta hoy y que defienden con fervor los partidos nacional-constitucionalistas PP-PSOE-C's (por cierto, escuchando a Rajoy Brey esos días, uno cree retroceder a los años 20 del siglo pasado, porque se repiten idénticos discursos). Y este es el problema. No hay otro.

España no es, quizá no lo ha sido nunca, un Estado democrático, como reza la Constitución (art. 1.1), sino un Estado fascista más o menos solapado, y ello es así por lo menos desde la dictadura de Primo de Rivera, continuada por la larga y criminal dictadura de Franco después del efímero paréntesis de la II República. Luego, el blanqueo de la Transición ha durado lo que ha durado: primero Alianza Popular y después el Partido Popular se han encargado de que durara lo menos posible. Y ahora, vuelta a las andadas. Con esa carta blanca del art. 155, que habilita al gobierno del PP para hacer lo que le venga en gana, es cuando el Estado fascista mostrará de nuevo su cara. Ya hubo un anticipo el 1 de octubre (y por eso algunos países de la UE se escandalizaron) y con el encarcelamiento de los dos dirigentes pacifistas catalanes. Veremos hasta dónde está dispuesto a llevar la brutalidad el Estado, y hasta dónde un partido como el PSOE está dispuesto a apoyarla, sin que sus bases se rebelen, que ojalá sea ahora mismo.


Nota bene. Si alguien prefiere emplear la expresión Estado autoritario en vez de Estado fascista, no tengo ninguna objeción. Sin embargo, prefiero utilizar la expresión Estado fascista porque en España, a diferencia de otros países europeos, el fascismo (franquismo, para los hinchas locales) ha pervivido felizmente hasta hoy por simple inercia social y por no haber sido condenado jamás desde el Estado. Seguimos siendo diferentes, y Muñoz Molina no debería extrañarse si se lo recuerdan cada vez que cruza los Pirineos.

 

(Goya - Los Caprichos.)
86.  


Regresar a la normalidad institucional.

¡Viva  la España, Una e Indivisible!



Importante la observación de Enric Juliana (Coerción para todos): el art. 155 se extenderá a todo el reino, aunque sea bajo "modo preventivo". Es evidente que el autogolpe de Estado involucionista no se detendrá en Cataluña. Por eso necesitaban atar al PSOE. Y otra observación: el gobierno de ocupación en Cataluña es definitivo, no tiene vuelta atrás. Como advirtió Meneses hace ya unos años, esos no se van a ir. Son golpistas natos.

Respuesta a Iñaki Gabilondo: no son necesarios tantos dibujos ni tantas sutilezas. El art. 155 significa lisa y llanamente el desmantelamiento de la autonomía de Cataluña, su sustitución por un gobierno de ocupación, y policías y jueces para sofocar los conatos de revuelta. O el ejército. Eso es todo. Ahora bien, los juristas y demás se pasarán la vida discutiendo menudencias, pero la realidad es esta. El art. 155 es una carta blanca al gobierno para ejecutar lo que le venga en gana y hasta cuando le dé la gana, ni más ni menos. El art. 155 es un arma de destrucción masiva del Estado democrático o lo que quedaba de él en España. Por eso da igual lo que diga o haga Puigdemont: su aplicación estaba ya decidida desde hace tiempo, quizá desde el mismo día del discurso del rey el pasado 3 de octubre. El art. 155, la liquidación de la autonomía de Cataluña y a la que seguirán las demás autonomías, es la respuesta del Estado inepto y fascista a la humillación padecida el 1-O.

Muy bien el análisis de Fernando López Agudín, aunque a mí ya me gustaría ser tan optimista. Quizá fracase el Estado en Cataluña, como fracasó estrepitosamente el 1-O, pero en el resto de España, ese "rabo de Europa por desollar"... Ojalá. De momento, con el nuevo Largo Caballero bendiciendo entusiasmado al PP, el pacto de San Sebastián está a mil años luz. Etc. "Pero en cuanto avance el 155, veremos lo que ocurre": pues ocurrirá que el PSOE se mantendrá amarrado al PP y a la monarquía hasta que vea el Titanic del Régimen hacer aguas. Entonces sí, correrá a apuntarse al pacto de San Sebastián o a lo que sea. Lo peor del PSOE es que ya ni sorprende a nadie. En cuanto a "la solidaridad de los demócratas españoles"... Lo dicho: ojalá y que lo veamos.

Asimismo muy bien los análisis de Josep Maria Antentas y de Miguel Salas. 



Lecturas recomendadas
- Jaime Pastor, El artículo 155 o la democracia en suspenso (22-10-2017)
- Suso de Toro, El "procés" nos divide, pues claro (22-10-2017)
- Javier Pérez Royo, Llueve sobre mojado (22-10-2017)
- Enric Juliana, Coerción para todos (23-10-2017) 
- Iñaki Gabilondo, 155, poder y compromiso (23-10-2017) 
- Fernando López Agudín, El 155, candado de los nacionales (23-10-2017)
- Josep Maria Antentas, Golpe de Estado desde el Estado (23-10-2017)  
- El Nacional, Martí Anglada asegura que "el rey llamó a Volkswagen para pedirle que se fuera de Cataluña" (23-10-2017) 
- Pablo Iglesias, 7 consideraciones sobre la crisis catalana. Carta abierta a las inscritas y los inscritos de Podemos (23-10-2017) 
- Joan B. Culla, La plurinacionalitat era això (23-10-2017)  
- Ada Colau, maire de Barcelone, sur l'indépendance de la Catalogne (23-10-2017) vídeo 
- José Antonio Martín Pallín, El laberinto catalán (23-10-2017)  
- Miguel Salas, El 155 es contra Cataluña, pero afecta a las libertades democráticas de toda la población del reino de España (22-10-2017)
- Iñigo Urkullu, Sólo el diálogo puede llevar estabilidad a Cataluña y la UE es parte de la solución (23-10-2017) 
 

21 de octubre de 2017

(Hacia el Estado fallido.)

Hoy el gobierno del PP ha decretado el fin de la democracia y el inicio del Estado fallido en España.

En cuanto a lo primero es obvio: cuando un Estado opta por la violencia para resolver los problemas políticos, deja de ser un Estado democrático. En un Estado democrático (art. 1 CE) la política debe ser el único instrumento para resolver los problemas políticos, SEAN CUALES SEAN esos problemas, quepan o no en la Constitución o la desborden. Lamentablemente, no es nuestro caso.

Ahora bien, para llegar a donde estamos el gobierno del PP ha necesitado poner todas las instituciones del Estado a su servicio, desde el Tribunal Constitucional a la Fiscalía, y lo mismo respecto del Poder Judicial, empezando por el Consejo General del Poder Judicial. En España ya no hay apenas Estado, sino solo un "gobierno" que actúa a discreción (entre comillas "gobierno", porque no puede haber gobierno sin Estado, sino una simple banda o camarilla que ocupa el poder).

Las medidas adoptadas hoy liquidan de cuajo el único Estado que aún nos quedaba: las autonomías, empezando por la autonomía clave de Cataluña. (La pretensión del gobierno es clara: arrebatar el control político de Cataluña a los catalanes y convertir Cataluña en una especie de virreinato. El conflicto está garantizado, como no puede ser de otra manera, porque Cataluña no es la Cuba de la Regente María Cristina.)

Culmina así el largo recorrido emprendido por algunos dementes desde el inicio mismo de la democracia: desmantelar el Estado democrático de derecho surgido en 1978 y regresar al Estado preconstitucional, unitario y centralista (y, por supuesto, corrupto). Ahora bien: cuando se desmantela el Estado no se regresa a ninguna parte, sino que simplemente nos quedamos sin Estado. Y un país sin Estado es un Estado fallido. Esta es la situación actual.

Franco liquidó el Estado democrático republicano y construyó un Estado y una legalidad nuevas a partir de cero. Pero aquí no hay construcción de ningún Estado nuevo, sino simple desmantelamiento del Estado democrático y su sustitución por una camarilla de rateros y delincuentes. En realidad, asistimos esos días al último acto de un prolongado golpe de Estado pergeñado por los golpistas de siempre. No hace falta saber ni quiénes son: son simplemente un puñado de dementes que nunca aceptaron el Estado constitucional de 1978 y se han pasado 40 años conspirando para regresar al Estado franquista corrupto a fin de seguir robando impunemente. Es el contragolpe de los chorizos y corruptos para perpetuarse en el poder.
Eso es todo.

Quizá a muchos les parezca exagerado ese cuadro. Lo resumo así: lo que nos espera es el CAOS. Porque un Estado fallido es eso: caos. El desbarajuste económico inminente será el canario en la mina de esta nueva situación.

Coda
En cuanto a la pretendida convocatoria de elecciones autonómicas en Cataluña en el plazo de seis meses, es tan surrealista que ni se entiende. Todos los partidos políticos catalanes son abiertamente disidentes, por decirlo así (es decir, los que no defienden la independencia, defienden el referéndum de autodeterminación), exceptuando PPC y Ciutadans (y un PSC definitivamente desquiciado), en correspondencia con una sociedad catalana disidente: un 80 % no acepta la "legalidad" española, ni tiene la más mínima intención de "regresar" a ninguna legalidad, PORQUE NO NOS DA LA GANA. Porque para el 80 % de los catalanes la Constitución española, así como un Estatut impuesto por el PP a través del Tribunal Constitucional, y la monarquía, forman parte irreversible del pasado. Un pasado muerto y finiquitado. En este contexto, ¿qué elecciones autonómicas se pretenden? A no ser que se ilegalizaran los partidos disidentes, que en Cataluña son TODOS, excepto los mencionados PPC y Ciutadans. ¿Se pueden convocar unas elecciones autonómicas con solo PPC y Ciutadans? Por lo visto, para Rajoy Brey, sí. Lo dicho: surrealista. Por lo tanto, esa supuesta convocatoria de elecciones es una tomadura de pelo como la copa de un pino. No habrá tal convocatoria de elecciones.


Lo único cierto e indubitable es que hoy se ha liquidado la autonomía de Cataluña, y esta liquidación es definitiva. Cataluña nunca volverá a tener autogobierno, por lo menos dentro de este no-Estado. Si hoy ha habido algún golpe de Estado con el art. 155, es este. Y esta liquidación de las instituciones catalanas es, como he dicho arriba, la culminación del desmantelamiento del Estado democrático de derecho surgido en 1978, y el final de trayecto de esta aventura demente es el Estado fallido, y por supuesto autoritario, mientras exista.

 

(Goya - Los Caprichos.)
85. 


Una nueva etapa.



Importante el artículo del catedrático Javier Pérez Royo, Alea jacta est: ya sabemos lo que significa el 155, que viene a ser como la última palabra de este desastre que nos ha tocado vivir.

Lecturas recomendadas
- Manuel Castells, Intervención (21-10-2017)
- Javier Pérez Royo, Alea jacta est: ya sabemos lo que significa el 155, La Constitución Territorial no puede ser propiedad privada (21-10-2017) y Apariencia de justicia (22-10-2017)
- Ignacio Escolar, Poder absoluto en Cataluña para Mariano Rajoy (21-10-2017)
- Josep Carles Rius, Artículo 155: Cataluña vuelve a la resistencia (21-10-2017)
- Canal 3/24, Declaraciones de Ada Colau (21-10-2017) vídeo  

19 de octubre de 2017

(Art. 155 y pico.)

Crónica del día
La Unión Europea ha dado carta blanca a Rajoy Brey para que deporte a 375.000 catalanes a la isla de Fuerteventura, o, en general, para que haga lo que le dé la gana en Cataluña, que eso es lo que significa en la práctica el art. 155. Bajo ningún concepto la UE apoyará a Cataluña, ni mediará en diálogos, porque ello equivaldría a desencadenar una ola de secesiones en toda Europa. Por lo demás, Francia y Alemania coinciden: si España es tan idiota que se quiere suicidar hundiendo a Cataluña y hacerle compañía a Grecia, allá nosotros. 


Por lo que respecta al gobierno español, nunca ha habido en Cataluña un problema político, porque no puede haberlo: la indisoluble unidad de la nación no es un problema político. Para el gobierno español no hay, ni puede haber, más que un problema de orden público, sea bajo formas de revuelta, motín, asonada, levantamiento sedicioso, insurrección, etc. Lo mismo pensó en su día Primo de Rivera. Y el tratamiento a estos problemas por parte del Estado es bien conocido, y ahora con la bendición de la UE lo mínimo que cabe esperar en Cataluña es una masacre. Por supuesto, si hubiera violencia por parte del Estado, la UE se rasgaría las vestiduras de manera conveniente.

Y mientras escuchaba en la tele esas noticias de la cumbre europea, justo acababa de leer un antiguo artículo del catedrático Javier Pérez Royo, "Momento desconstituyente" (El País, 7-12-2013), donde ya advertía: "Se está haciendo uso del conflicto con Cataluña para imponer una agenda, no reformista sino reaccionaria, en todos los terrenos." Está claro, y si eso era en 2013, figúrate ahora.



Importantísima conferencia de Javier Pérez Royo: Cataluña, una modesta propuesta para salir del laberinto. La recomiendo encarecidamente (la duración de la conferencia es de una hora más luego un turno de preguntas de otra hora). 

Lecturas recomendadas
- Javier Pérez Royo, Cataluña, una modesta propuesta para salir del laberinto (conferencia) (17-10-2017) vídeo
- TV3 a la carta, Entrevista a Javier Pérez Royo (19-10-2017) audio
- Editorial / The New York Times, A Chance to Defuse the Catalonia Crisis (19-10-2017)
- Hoy por Hoy / Cadena Ser, Ada Colau: "Ni declaración de independencia ni 155, hay que optar por una mesa de diálogo" (20-10-2017) audio
- Javier Pérez Royo, La castración del nacionalismo catalán (20-10-2017)

16 de octubre de 2017

(Hacia atrás.)


(Goya - Los Caprichos.)
83. 


Hablar para qué.




Tuit 1
El problema de Cataluña es el problema de España y solo tiene dos soluciones: hacia adelante o hacia atrás. Hacia adelante quedó bien expresado en el eslogan que Ada Colau colgó en el Ayuntamiento de Barcelona y que algunos energúmenos intentaron arrancar: "Más democracia". Hacia adelante significa una España completamente nueva y sobre todo definitivamente democrática. Hacia atrás, mejor ni mencionarlo: solo quienes suspiran por un Estado autoritario pueden sentirse a gusto en la España a la que nos conduce el PP-PSOE-C's. Hacia atrás es, en suma, el regreso al franquismo, aunque maquillado para hacerlo compatible con la UE mientras dure, maquillaje que no es demasiado difícil a la vista de lo ocurrido en Hungría y Polonia. Esa es la gran aspiración de la derecha española desde 1975 y que ahora está a un paso de ver cumplida. Ahora bien, quien decidirá será la sociedad española. De momento, vamos hacia atrás de manera brutal.


Tuit 2
El Estado ha optado por la vía de la violencia en Cataluña, y Cataluña ha optado por la vía pacífica, como ha hecho siempre. Ahora el Estado ha encarcelado a dos destacados dirigentes pacifistas. Son los responsables de las múltiples "cadenas humanas", marchas, diadas, multitudinarias manifestaciones cívicas y otros diversos folklores pacíficos con que se ha canalizado el descontento de los catalanes durante años. Imputar el delito de sedición a estos dos líderes es esperpéntico: es como imputar el delito de rebelión armada a Gandhi. El Estado quizá calcula que descabezando a los dos dirigentes pacifistas estalle la violencia en Cataluña. Podría ser. ¿Quiénes saldrían ganando con ello? Solo quienes utilizan el enfrentamiento en Cataluña para desmantelar la democracia en España y regresar al Estado preconstitucional, centralista y corrupto propio del franquismo. Esos son los ganadores. Todos los demás, perdemos. Todos: españoles, catalanes, todos. 

Cataluña es el payaso de las bofetadas que sirve de excusa perfecta para rematar la involución democrática en España. Porque el
problema no es Cataluña, es España. Quiénes están detrás de este golpe no lo sabemos, pero tenemos ya una certeza: son franquistas que nunca han aceptado el Estado constitucional y se han pasado 40 años anhelando el regreso al Estado corrupto de Franco.

Tuit 3
Estoy de acuerdo solo parcialmente con el análisis de Josep Carles Rius. El objetivo de determinadas personas (¿quiénes?) respecto de Cataluña es incendiar la autonomía tanto como puedan. No es solo suspender el gobierno autonómico, es crear en Cataluña una situación de represión y de extrema violencia tal que destruya por completo la cohesión de la sociedad catalana. No son solo algunos dirigentes o algunos partidos políticos lo que les preocupa: lo que les preocupa, el problema de verdad, es la sociedad catalana toda ella, que si no encaja en el Estado monárquico, se destruye a esa sociedad levantisca y listo. Y los dementes que manejan esa aventura suicida saben dónde y qué atacar para conseguir este destrozo (ahora barajan acabar con el "adoctrinamiento" en las escuelas: por lo visto, quieren imponer que los niños catalanes escriban todos los días, mil veces, "Viva el Rey", y por supuesto en castellano). Es evidente que esta destrucción de Cataluña repercutirá en España. Pero les da igual. Porque el objetivo es regresar de todas todas al Estado predemocrático y mantener bien amarrado en sus manos el poder del Estado, obviamente a fin de garantizar la impunidad y seguir robando, que es el fin de todas las dictaduras desde que el mundo es mundo. Y Cataluña, los catalanes, somos el último obstáculo. Más de una vez en esos días, el 1 de octubre en Cataluña me ha recordado las revueltas populares del parque Gezi en Estambul en 2013, y la brutal represión del Estado (en apenas dos semanas, 11 muertos, 8.000 heridos y 11.000 detenidos), que fueron el inicio de la terrible involución del régimen de Erdogan. ¿Es el 1 de octubre nuestro Gezi? Que en todo este proceso España se vaya por el desaguadero detrás de Cataluña, eso es lo de menos para el puñado de dementes responsables de todo este desastre.  


Tuit 4
En cuanto al PSOE, creo que ya ha elegido lo que quiere ser de mayor, y ha elegido ser el palanganero del PP. No es ninguna sorpresa. El PSOE ya tiene sobrada experiencia de colaborar con dictaduras, por ejemplo la de Primo de Rivera en 1923. Y le fue muy bien. Calculan que cuando caiga el actual Régimen de puro podrido, entonces se sumarán a otro Pacto de San Sebastián, y pelillos a la mar. Así es la alegría de ese partido que encima tiene el cuajo de enarbolar el lema "Somos la izquierda". Pues no: sois la vergüenza y el sonrojo de la izquierda, el partido palanganero del PP y del Régimen podrido y autoritario que se avecina, y el responsable número uno de que hoy mismo no podamos vivir con un mínimo de dignidad en España.



(Goya - Los Caprichos.)
84.  


Otro Largo Caballero.



En el artículo "155: por qué no" el catedrático Javier Pérez Royo hace una seria advertencia: "con la activación de la 'coacción federal' se pone en cuestión el ejercicio del derecho a la autonomía en Cataluña. De esto no cabe duda. Pero no solo eso ... Es la propia fórmula de gobierno definida en la Constitución española de 1978 la que puede ponerse en juego". Lo cual coincide con lo dicho en la entrevista en Al Rojo Vivo: "Poner en marcha el art. 155 es un riesgo para la democracia en España." Y finaliza de modo contundente: "El PSOE no debería apoyar en ningún caso el recurso a la 'coacción federal' ... El PSOE no debe ir de la mano de Rajoy a ningún sitio. La dimisión de Rajoy es la condición sine qua non para poder encontrar una fórmula para la integración de Cataluña en el Estado. El NO ROTUNDO a Rajoy tiene mucho más sentido en este momento que el que tuvo en el debate de investidura. Colaborar en la activación del artículo 155 CE sería un enorme disparate."

Muy bien asimismo la oportuna denuncia "El poder judicial se anticipa a la coacción federal". 

Comparto en buena parte el análisis de Carolina Bescansa. A la lista de "se me ocurre" añadiría estos otros dos: "se me ocurre un referéndum sobre la forma de Estado" y "se me ocurre la derogación de la Ley de Amnistía de 1977". 

Importante la entrevista a Jaume Asens.

Lecturas recomendadas
- Carta de respuesta de Puigdemont al requerimiento de Rajoy (16-10-2017)
- Al Rojo Vivo, Javier Pérez Royo: "Si se activa el 155 sabemos cómo entramos, pero no cómo vamos a poder salir" (16-10-2017)
- Javier Pérez Royo, 155: por qué no (16-10-2017) y El poder judicial se anticipa a la coacción federal (17-10-2017)
- Carolina Bescansa, España y el quién de los españoles (16-10-2017)
- José Antich / Editorial, Una inquietante deriva y una barbaridad (16-10-2017)
- Josep Carles Rius, Prisión para Cuixart y Sánchez, el error que puede ser definitivo (17-10-2017) 
- Manifest "Llibertat Jordi Cuixart i Jordi Sànchez" (17-10-2017) 
- Aitor Riveiro, Jaume Asens: "El 155 puede llevar a una situación de ocupación con un gobierno títere" (17-10-2017)  
- Pedro Vallín, Xavier Domènech: "El PSOE no puede abrir el melón constitucional desde el apoyo al 155" (18-10-2017) 
- Ayuntamiento de Barcelona, Declaración institucional de rechazo al encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart (17-10-2017)