7 de noviembre de 2017

(Del Virreinato a la Autonomía, y nosotros vamos y nos lo creemos.)

1.
Hemos pasado de un referéndum ilegal pero legítimo, el 1 de octubre, a unas elecciones autonómicas legales pero ilegítimas, el 21 de diciembre. Ilegítimas porque el único órgano que puede disolver el Parlament de Cataluña y convocar elecciones autonómicas es el Govern de la Generalitat. Ni art. 155 ni leches. El art. 155 no puede hacer trizas la Constitución, ni por vía excepcional.

Qué pueden arreglar unas elecciones tan irregulares en su origen, es un misterio. Y con los políticos en la cárcel. ¿Hay transición posible del Virreinato a la Autonomía?

La derecha del PP se ha cargado la autonomía catalana por ¡dos veces!: la primera mediante la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010, la segunda por medio del art. 155. Ya no quedan ni las ruinas de la autonomía de Cataluña, como esas imágenes de ciudades sirias arrasadas por los bombardeos. Si ese desastre tiene arreglo, veremos cómo. 

Pero eso ya no será hasta la III República española. Hasta entonces lo que habrá en Cataluña será un protectorado, en el mejor de los casos. Y con la Armada Piolín en el puerto de Barcelona, por si acaso.

Total, el Estado de las Autonomías ya no existe, ni el municipal, y si no que se lo cuenten al Ayuntamiento de Madrid, al que también le acaban de aplicar el art. 155 (o el 135, da igual). Parece que en el gobierno le han tomado gusto. ¿Quién será el siguiente?

2.
Comentario a Iñaki Gabilondo: el proyecto del gobierno del PP en Cataluña es dividir a la sociedad catalana: independentistas/unionistas. Divide y vencerás. Lo de menos es quien gane las elecciones, porque si se consigue dividir a la sociedad catalana, ya ha ganado la extrema derecha española del PPSOE-C's. La seudoproclamación de independencia ha ayudado mucho en esa división de la sociedad, que prácticamente puede darse por hecha. Por su parte, el gobierno del PP destinará varias décimas de décifit público en financiar banderas españolas en Cataluña para apoyar el bando unionista/fascista el 21 de diciembre. Si Cataluña queda dividida, queda invalidada políticamente e inmersa en un conflicto crónico e insoluble. Eso es de lo que se trata. Y entonces el problema se traslada al ámbito nacional, y ahí es donde el Régimen y el bloque nacional-constitucionalista tienen todas las de ganar. Todo ello es el feliz resultado de incendiar España con el anticatalanismo, espoleta del nacionalismo fascista español. 

Lo más irresponsable que podía hacer la derecha descabezada y delincuente (ahora ya reconvertida en extrema derecha), aparte de saquear el país, era eso: convertir Cataluña en el responsable de todos los males y en el chivo expiatorio. Los catalanes somos a la extrema derecha española de PPSOE-C's lo que los inmigrantes, refugiados y musulmanes son en Europa y USA para los partidos y movimientos ultranacionalistas y xenófobos. El ¡A por ellos! es el berrido de nuestra extrema derecha. Y ya ha habido, por orden de importancia, un ¡A por ellos! monárquico, otro gubernamental, otro judicial, otro policial, y el definitivo será el ¡A por ellos! del populacho (*) en las elecciones generales. Ese es el plan.

(*) Populacho es el pueblo cuando renuncia a la dignidad. Antonio Machado, si no recuerdo mal, nunca empleó ese término, sino siempre el de "pueblo", quizá por su incurable idealismo, que es el mal de las izquierdas. Pero la derecha, que de idealista no tiene más que lo aprendido en el diccionario, sabe muy bien lo que es el populacho, y muy poco o nada lo que es el pueblo. El populacho en España siempre defenderá a los corruptos y delincuentes. Y también llegado el caso puede devenir en turba violenta (el pueblo, jamás) cuando es azuzado por la derecha que le da de comer las sobras de lo que roba, tal como hemos visto esos días en las calles de algunas ciudades. Pero todo esto es otro post. 

3. 
En todas partes caben variantes. Si en USA y Europa la extrema derecha criminaliza a inmigrantes y refugiados, y en España a los "separatistas" catalanes (es decir, al 80 % de la población) que pretenden "romper España", en Argentina y Brasil se demoniza y persigue a la izquierda. Cristina Kirchner y su anterior gobierno acumulan 745 demandas judiciales (CFK en cabeza, con 298 demandas), y Lula otro tanto. Puro terrorismo de Estado judicial. Todo vale para tapar la corrupción y desviar el foco hacia abajo, hacia los más débiles y las minorías, en vez de enfocar hacia arriba. En ese aspecto, la extrema derecha delincuente es poco original.

https://www.pagina12.com.ar/humor/rudy_paz/74299


Lecturas recomendadas
- Iñaki Gabilondo, El largo y tortuoso camino (7-11-2017) 

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