El PP está cada vez más atrincherado en el
franquismo. Es lo único que se le ha ocurrido a ese partido
decididamente histérico, además de hinchar la legislación represiva
hasta el paroxismo, meter el Código penal patas arriba que hasta los
jueces han sacado bandera blanca, y cambiar el logo. ¿Cómo va a acabar
esto? Pues va a acabar que el PP se va a dar un batacazo definitivo.
¿Por qué? Porque hasta los propios votantes del PP se están dando
cuenta de que a más PP, más independentistas, de que el PP es una
fábrica permanente de independentistas a tutiplén, de que nunca ha
habido tantos independentistas como ahora con el PP, que en Cataluña ya
son independentistas hasta los gatos, y de que esto no tiene arreglo, a
no ser que metamos en la cárcel a 7 millones de laboriosos y pacíficos
catalanes. Sin embargo, los votantes del PP, que no son absolutamente
bobos y a veces hasta usan la cabeza, se están dando cuenta también de
que para acabar con el independentismo en Cataluña, la vía más corta,
fácil y expeditiva, no es acabar con 7 millones de catalanes (aunque
ello fuera constitucional), sino acabar con el PP, con ese partido
inepto, políticamente nulo, tóxico y atrapasobres. Y en eso estamos de acuerdo todos.
Y ¡cuidado! que la estupidez del PP puede arrastrar consigo en su caída a la monarquía.
Lecturas recomendadas
- Manuel Castells, La (im)posible independencia (25-7-2015)
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