—Es lo más desastroso que pueda ocurrirle a cualquier país, esa continua
sangría de la gente joven y la mejor preparada. Es una catástrofe. Y
el gobierno sigue todavía echando campanas al vuelo con el
"crecimiento", la creación de empleo y demás cuentos chinos, que ya ni
los suyos se creen. Poco le importa al gobierno y al PP el desastre
económico en que estamos: viviendo a crédito (gracias a san BCE y hasta
que Alemania diga se acabó), la tasa de natalidad por los suelos, y los
jóvenes, el único capital que disponemos, emigrando. No hay país que lo
aguante. Mientras, la única preocupación del gobierno es rifar el país a
la delincuencia de dentro y de fuera, que es a quienes sirven, y
cuando hayamos tocado el fondo del pozo, el último que apague la luz.
Lecturas recomendadas
- Miguel Muñoz, Más de 60.000 jóvenes abandonaron España en el primer semestre de 2016 (3-3-2017)
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