(Tuits de extrema derecha y guerra, 35.)

Tuit 687 (¿Independentismo zombi?) - 13 mayo
—Todos dan el independentismo por enterrado y se felicitan con palmaditas en la espalda. Pero entonces Junts, segunda fuerza política en Cataluña con 35 diputados, ¿qué es? ¿Filfa?

—Me temo que estamos donde estábamos y puede que aún peor. Vamos a situarnos: con la sentencia 31/2010, el Tribunal Constitucional dejó a Cataluña sin Estatut d'Autonomia. O bien, dicho más fino, el PP, a través de un Tribunal Constitucional previamente amañado, impuso a Cataluña el Estatut d'Autonomia que le dio la gana, un Estatut que no es el que votaron los catalanes en referéndum y que nadie en Cataluña reconoce como suyo. La masiva manifestación del 10 de julio de 2010 en Barcelona, bajo el lema Som una nació, doce días después de la sentencia del TC, dejó bien claro que el Tribunal Constitucional podía meterse aquel Estatut por donde le cupiera. Así pues, Cataluña carece de Estatut d'Autonomia. Ese es el problema, y no el independentismo, como no se cansa de insistir la derecha (¡y la izquierda!), y hasta que no se arregle —suponiendo que tenga solución (!)— Cataluña seguirá siendo un caos.

El independentismo es el síntoma de un problema de mayor calado: la inexistencia de un Estatut d'Autonomia mediante el cual los catalanes se reconozcan a sí mismos y puedan autogobernarse con normalidad. Desde 2010 Cataluña se halla en un limbo constitucional. Ese es el problema mayúsculo que creó el irresponsable PP de Aznar y que no se resolverá por sí solo ni con una ley de amnistía. Los problemas constitucionales solo se arreglan con una Constitución, y en el caso de Cataluña con un Estatut d'Autonomia que los catalanes reconozcan y acepten como suyo. Mientras eso no ocurra, el independentismo bajará o subirá, como la fiebre, pero el caos político en Cataluña es crónico. Todos se felicitan por volver a la "normalidad", pero ¿qué "normalidad"? ¿Puede haber normalidad en una autonomía sin Estatuto de Autonomía? Quizá en la Región de Murcia sí, pero esto en Cataluña es imposible. El Estatut es el corazón político de los catalanes, sin Estatut no hay "normalidad" posible.

La reivindicación Som una nació de la multitudinaria manifestación del 10 de julio de 2010 en Barcelona, aún no tiene respuesta. Ahora bien, la respuesta sería bien sencilla: modificar la Constitución española de manera que en ella se reconozcan explícitamente las naciones que integran el Estado español. ¿Habrá políticos que tengan coraje para ponerse a ello? Pregunta retórica, porque, de momento, ni a izquierda ni a derecha se observa la más mínima intención de transitar por ahí. Muy al contrario, la única receta política para Cataluña hasta la fecha ha sido la de cruzar los dedos para que bajara el soufflé independentista, sea a base de palos (Felipe VI, Rajoy Brey...) o de indultos y chuches fiscales (PSOE). No hay más. Mientras, los catalanes seguiremos condenados a vivir sin patria en nuestra propia patria.

¡Ah! Y ojo con Aliança Catalana, porque en unas próximas elecciones podrían comerse a Vox y PP, con lo que Junts + AC rozarían la mayoría absoluta. Menuda sorpresa.

Por último, un apunte muy breve. El independentismo ha sido y es en Cataluña la válvula de escape de un descontento explosivo. Quienes se felicitan porque el soufflée independentista parece bajar o son ilusos o tontos o ambas cosas. ¿Qué podría sustituir al independentismo? Mejor no especular. Hasta ahora la convivencia en Cataluña se ha mantenido de manera razonable, a pesar del atropello padecido por los catalanes desde 2010 y particularmente desde 2017. Pero esto podría no continuar así.

—En el fondo, don Cosme, se trata de un pulso entre Cataluña y la tronada Monarquía Española, radicalmente incompatibles. No está nada claro el vencedor, pero yo no apostaría un céntimo por la monarquía.

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Tuit 688 (Macron) - 9 junio
—El Emperador Macron está dispuesto a emular a Napoleón e invadir Rusia, lo cual no consiguieron ni Napoleón en 1812 ni Hitler en 1941 (operación Barbarroja). ¿Por qué los chiflados llegan siempre al poder?

(Continuará.)

"OTAN - Terrorismo legal". Manifestación contra la OTAN. Cracovia (Polonia),
19 febrero 2009

La República es una forma de Estado que en sí misma no garantiza nada. Ahora bien, la Monarquía Española garantiza la perpetuidad de la corrupción del Estado y por ende la imposibilidad de la democracia, puesto que corrupción y democracia son incompatibles. La Monarquía Española conduce indefectiblemente a la dictadura

Conviene leer
- José Antonio Martín Pallín, El aquelarre de Vistalegre (21 may)

- Joaquín Urías, Guerra judicial contra Sánchez (31 may) y Un juez en campaña electoral (4 jun)
- Javier Pérez Royo, El constitucionalismo de Feijoo (3 jun)
- Steven Forti, Tiempos nuevos, tiempos salvajes (10 jun)