Tuit 839 (ex-Tribunal Supremo) - 10 diciembre
—¿Qué le ha parecido, don Cosme, la sentencia del Tribunal Supremo?
—¡Ah! ¿Pero ese mamotreto es una sentencia? Lo que me ha parecido la no-sentencia del ya ex-Tribunal Supremo es que la justicia se ha terminado en España y que regresamos, de golpe, al Tribunal de la Santa Inquisición, que fue, como usted sabe, un tribunal político al servicio de la Monarquía Española. Un instrumento para someter a los súbditos del Reino mediante el Terror, que es como se sostiene el Poder autocrático. Terror que se ejerció especialmente contra las minorías (judíos y musulmanes conversos...), para alborozo de la chusma, y sobre todo en el Nuevo Mundo, donde las atrocidades cometidas allí por la Inquisición fueron inenarrables. En el reino de España, nadie estuvo libre de pudrirse el resto de su vida en una mazmorra o ser quemado vivo en la hoguera. Bastaba para ello una simple acusación, algo así como las de Alberto González, Manos Limpias o los Abogados Cristianos de turno. El Terror se basa en la arbitrariedad.
También me ha parecido que el ya ex-Tribunal Supremo está encantado con este papel, y que está en su salsa, como si por fin hubiera visto cumplido su sueño. Al fiscal general la nueva Inquisición lo ha tratado con algodones, pero para nosotros ya están preparando el Quemadero. Todavía me silban los oídos con aquel "¿Nos está amenazando?". Al periodista del Diario.es se le debió de helar la sangre. Total, don Rosendo, regresamos al siglo XVII.
Resucitar la Inquisición será la última estupidez —y ya van unas cuantas, una tras otra— de ese que todavía algunos llaman "rey parlamentario".
Imprescindible
- Ignacio Escolar, Lo hizo el fiscal general… o alguien de su entorno (9 dic)
- Joaquín Urías, Muy Supremo, pero muy poco tribunal (10 dic)
- Jaume Asens y Alejandra Jacinto, La condena sin crimen: cuando los jueces deciden gobernar (9 dic)