26 de mayo de 2017

(España no es una nación.)

—España no es una nación. Ni lo es, ni lo ha sido nunca, y es poco probable que lo sea, ni falta que hace. España es un Estado. Y además de Estado quizá pronto sea también una República, tal como están las cosas. Porque una nación no lo es porque lo diga la Constitución de Cádiz de 1812, ni la de 1978, ni porque lo digan un puñado de fascistas exaltados, nietos de Primo de Rivera, o de progresistas trasnochados (herederos de la Pepa), o un puñado de políticos que se creen obligados a hablar de algo. Una nación lo es porque un pueblo, o la gran mayoría de ese pueblo, se define como tal nación. Y eso nunca ha ocurrido en España, por lo menos hasta el día de hoy. Sólo ha ocurrido, eso sí, en Cataluña y en el País Vasco, los cuales territorios son naciones como la copa de un pino porque así lo ha manifestado una gran mayoría de su población, y además en reiteradas ocasiones. Así pues, España no es una nación, sino varias, y por de pronto las dos mencionadas. Por otra parte, ya pasaron los tiempos de los Estados-nación, y crucemos los dedos para que no vuelvan (*).

Aclarado que Cataluña es una nación, diga lo que quiera el Tribunal Constitucional, y lo es no por razones "históricas" o culturales, sino porque así es como se definen los catalanes ("Som una nació" fue el eslogan de la multitudinaria manifestación de julio de 2010, una de las mayores manifestaciones que ha habido en democracia), vayamos precisamente a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña, de 28 de junio de 2010.

Tal como ha expuesto por activa y por pasiva el catedrático constitucionalista Javier Pérez Royo, la sentencia del TC de 2010 destruyó la "Constitución territorial" del Estado (véase por ejemplo aquí y aquí, y sobre todo esa conferencia, imprescindible, y cuyo enlace copio abajo), desnaturalizando por completo el Estado de las Autonomías. A partir de aquella infausta sentencia, que fue una completa aberración jurídica y política, otra brutalidad que debemos a Aznar, las Autonomías han quedado reducidas a meras "regiones" de hecho, eso sí con competencias de gestión administrativa, pero vaciadas de contenido político sustantivo. Sobran, por tanto, los Parlamentos autonómicos, y sobran los Estatutos de Autonomía, los cuales pueden arrojarse al cesto de los papeles por inútiles. Y ello vale no sólo para Cataluña (la víctima de la sentencia), sino para todas las Autonomías, y esto es así porque tal como explica Javier Pérez Royo, la sentencia del TC destruyó el mecanismo de encaje constitucional de las Autonomías en el Estado. Desde 2010, en España ya no hay "Autonomías", sino "regiones", y es única y exclusivamente el gobierno del Estado quien corta el bacalao, y los demás a plegarse a lo que ordene Montoro, el insigne Wert o Sáenz de Santamaría. Pérez Royo ha calificado la sentencia del TC de 2010 de auténtico "golpe de Estado" que fulminó la Constitución (**).

Esta situación inaceptable de destrucción de la Constitución territorial y del Estado autonómico, fue denunciada desde el primer día por los catalanes (véase la masiva manifestación de julio 2010 mencionada) que, de manera categórica, nos negamos a aceptar ese retroceso a una situación preconstitucional, y ver nuestro autogobierno pisoteado y convertido en humo, y que, como no podía ser de otro modo, ha reabierto por enésima vez el problema del encaje de Cataluña en el Estado, precisamente lo que se trató de solucionar con el Estado de las Autonomías.

Y este es el contencioso político que está planteado. Un contencioso que no se arregla enviando a Cataluña la guardia civil, como pretende Rajoy Brey el Sensato y la derecha extrema patria (incluidos algunos sectores del PSOE), ni tampoco persiguiendo y metiendo en la cárcel a la mitad de políticos catalanes. Porque no es un problema de orden público, ni jurídico, de respetar o no respetar "la ley", como gusta decir a Rajoy Brey, sino político, y además de envergadura. Es evidente que este contencioso no podrá ser resuelto por el gobierno de Rajoy Brey ni por ningún gobierno de la derecha, por su manifiesta impotencia e inepcia política. Sólo podrá resolverse, eso esperamos, cuando en España se abrá un proceso Constituyente en el marco de una República española.

Sea como fuere, una absoluta mayoría de catalanes viene exigiendo desde 2010 un cambio sustantivo en la relación de Cataluña con el Estado, y ahí caben dos grandes bloques. Digo lo siguiente con la boca pequeña, y hasta donde se me alcanza, porque hace más de 10 años que no vivo en Cataluña:

— Una amplia mayoría de catalanes reclamamos un nuevo encaje de Cataluña en el Estado, de manera que catalanes y españoles nos sintamos todos a gusto en ese Estado. Ahora bien, ese nuevo encaje ha de ser de tal naturaleza, y "blindado" de tal manera, que impida que vuelvan a ocurrir aberraciones como la sentencia del TC de 2010, ni ningún otro atropello similar por parte del Estado. Personalmente soy partidario de la fórmula de "soberanía compartida" propuesta recientemente por el movimiento Catalunya en Comú y que habrá que tener muy en cuenta en un futuro inmediato.

— Otra parte de catalanes, cuyo porcentaje según encuestas se sitúa en torno a un 35-40 %, es directamente independentista. Ha llegado a la conclusión, más que avalada por la experiencia histórica, y sobre todo la experiencia reciente, de que no es posible ninguna relación con España y por tanto la única salida es la independencia. 

Hay que apuntar que Rajoy Brey ha sido una auténtica fábrica de independentistas en Cataluña: esta ha sido su gran hazaña política, para que luego digan que Rajoy Brey no hace política. El número de independentistas en Cataluña es directamente proporcional al número de votos que le ha dado al PP el anticatalanismo en España. Una dinámica infernal. Ahora bien, si el gobierno persiste en su política incendiaria de confrontación y de represión del Estado contra Cataluña, el conflicto, hasta ahora doméstico, podría acabar por traspasar las fronteras, y esto es una bomba en un país con un billón de deuda. Alguien debería explicarle a Rajoy Brey que Cataluña no es la isla de Perejil. Como pronosticó Meneses hace tiempo, el conflicto de Cataluña se llevará por delante no sólo a este gobierno y a la derecha inepta, sino a la monarquía.

Este es el problema político planteado en Cataluña. Pero es también, como es obvio, el primer problema político de España, el cual sólo verá solución adecuada en el marco de un futuro (y próximo) proceso Constituyente. Así lo esperamos y deseamos.

(*) Digamos de paso y de manera rotunda, que un Estado no tiene ninguna necesidad de definirse como nación, ni los españoles tenemos ninguna necesidad de que España sea una nación para ser españoles. En el mundo hay cientos de Estados que no son naciones, y todos tan felices. Los únicos que tienen necesidad de naciones son los nacionalistas, y el ejemplo más reciente y sonado es el America first de Trump, pero esta es otra historia. Respecto a la ocurrencia del PSOE de España como "nación de naciones" hablaremos otro día, porque los disparates del PSOE merecen capítulo aparte, aunque todos van en la misma dirección: marear la perdiz para que todo quede como está.

(**) Si no recuerdo mal, Javier Pérez Royo comparó gráficamente la sentencia del TC de 2010 con una bomba de neutrones que destruyó por dentro la Constitución española, aunque dejando en pie el edificio por fuera. De ahí que el orden constitucional sólo pueda ser restablecido de nuevo mediante un proceso Constituyente. En Cataluña, el "kilómetro cero" de ese proceso Constituyente es un referéndum para decidir la pertenencia o no a España. Tal como están las cosas, cualquier opción que no pase por este referéndum carece de relevancia política y por tanto está condenada a la esterilidad.

Nota.—Ya que he citado tanto al catedrático Javier Pérez Royo, si en esta exposición he metido la pata por malentender algún concepto, ruego encarecidamente que me disculpe. En cualquier caso, toda la responsabilidad es mía. Por último, le estoy sumamente agradecido por haberme iluminado tanto en un asunto tan complejo y trascendente, y desde luego recomiendo a todos la lectura de sus artículos y entrevistas, los cuales pueden encontrarse fácilmente en Internet.


25 de mayo de 2017

(Nos toca esperar y pudrirnos.)

—El PSOE no está por la labor. ¿Dónde está el No es No? Ya nadie se acuerda del No es No. Ahora lo que toca es reflotar el partido, dicen. Es decir, el PSOE sigue delirando y fuera de la realidad. Porque a los ciudadanos nos importan un rábano los partidos, sea el PSOE, Unidos Podemos o su abuela. Lo que nos importa, lo que exigimos millones de ciudadanos, al límite del hastío, es algo tan simple como eso:

1) echar al PP del gobierno,
2) elegir un gobierno honesto que no robe, y que administre lo público como es debido,
3) y si además de esto, que no es poco, el gobierno hace algo por nosotros, es decir por los ciudadanos de este país, miel sobre hojuelas.


Pero el PSOE no está por la labor. Nos toca esperar y pudrirnos. 

P.D. Mientras tanto, Rajoy Brey parece dispuesto a llegar al choque de trenes. ¿Sabe Rajoy Brey el Sensato que la prima de riesgo se puede poner a 1.000? ¿Alguien le ha explicado que Cataluña no es la isla de Perejil? En época de Primo de Rivera, como en la de Franco, no había prima de riesgo, y el Estado podía permitirse el gran lujo de hacer "todo" lo que haga falta (Cospedal dixit), para impedir el referéndum o lo que sea. Tampoco en época de Primo de Rivera tenía España una deuda de un billón de euros. A lo mejor es que a Rajoy Brey la prima de riesgo, suspender pagos el Estado y enviarnos a todos a la miseria, se la refanfinfla. Lo único cierto es que la derecha extrema española es la impotencia y la incompetencia políticas, todo junto. Esa es la urgencia de echarlos antes de que nos hundan al nivel de Albania. Pero ¡ojo! irse por su pie, no se irán. De ahí que pedir la dimisión de Rajoy, como hace el PSOE, es un chiste de maldita la gracia. Marear la perdiz, y en unos momentos en que justo esto es lo que no toca.

23 de mayo de 2017

(Portugal como modelo y nosotros esperando a que se nos hunda la casa encima.)

—Meneses lo tiene claro: lo que necesitamos como agua de mayo es un gobierno a la portuguesa. Con un gobierno de izquierdas, Portugal acaba de salir del Procedimiento de Déficit Excesivo, todo ello sin recortes, al contrario, han aumentado los salarios y pensiones, la tasa de paro ha disminuido al 9,8 %, la economía marcha viento en popa y es el país de moda, mientras nosotros seguimos con el déficit por las nubes (incluso maquillado), acumulando deuda, y más recortes que llevan camino de no acabar. Un completo desastre. Todo gracias a un gobierno inútil, cuya política se la traen hecha de los bancos. Pero para que haya un gobierno a la portuguesa hay que desalojar al PP del gobierno. Y ahí está el problema: habrá que esperar a que Pdr Snchz se aclare qué quiere ser de mayor. Ahora dice que quiere "hacer del PSOE el partido de la izquierda". ¡Menos mal! ¿Y cuándo será eso? Porque algunos llevamos esperando desde 1974. De momento, que decida no apoyar la moción de censura de Unidos Podemos, no es un buen comienzo. Preludia más de lo mismo y seguir mareando la perdiz. Crucemos los dedos. Ahora bien: nuestro modelo es Portugal, cuyo éxito en apenas año y medio de gobierno de izquierdas ha sido fulminante. No hay ninguna duda. ¿A qué esperamos?

Por decirlo todavía de otro modo, hay dos caminos: Portugal o Grecia. España va por el camino de Grecia: dinero para pagar la deuda a cambio de recortes interminables y "privatizaciones", es decir, regalar los recursos del país a los depredadores de fuera. El fondo de este pozo es conocido: el Estado fallido. ¿Vamos a cambiar de modelo o seguimos esperando?

Lecturas recomendadas
- Olga Rodríguez, ¿Qué quiere hacer Pedro Sánchez? (22-5-2017)
- Enric Juliana, Fase de ignición (23-5-2017)
 

17 de mayo de 2017

(Reírse del Parlamento sale muy caro.)

—El dinero huye de las dictaduras. Nadie le presta a una dictadura. Eso es evidente. ¿Por qué? Porque en una dictadura no hay, no puede haber, seguridad jurídica ninguna, la cual sólo existe en una democracia, donde el poder está sometido a control. Una dictadura, en esencia, no es más que una banda de delincuentes impunes. ¿Quién le presta a una banda de delincuentes? Nadie. Lo extraño sería que no subiera la prima de riesgo en España, a pesar de san BCE. Así pues, como siga ese gobierno del PP jugando a autócratas, riéndose del Parlamento, colapsando el aeropuerto de Barcelona, sólo para joder, altos cargos de Interior homenajeando a Franco y al fascismo, y así un interminable etcétera, y cargándose olímpicamente la democracia y el Estado de derecho, vamos a tener un serio problema.

Pasarse el Congreso de los Diputados por el forro no es el camino, señor Rajoy Brey. Quizá sea el camino para salvar su culo y el del PP corrupto, pero no lo vamos a consentir: el precio es demasiado caro. Habrá que salir a la calle —continuó Barrantes— pero no para protestar contra la corrupción, sino para exigir la dimisión del gobierno y la disolución del PP. Si la justicia llega hasta donde llega, que cada vez es a menos lejos, y los partidos de oposición no existen, porque están comprados, habremos de ser la ciudadanía quienes pongamos fin a este desastre que cada vez va tomando más visos de golpe de Estado. No estamos dispuestos a renunciar a la democracia, con lo que esto conlleva, para salvar el culo a una (presunta) organización de delincuentes. Si el PP quiere "regenerarse" que lo haga en su casa, o en la cárcel, pero no en el gobierno. El Partido Popular debe disolverse y este gobierno dimitir. Ya es hora. Ahora bien, la democracia no se toca, porque es nuestra. Porque nos la hemos ganado, algunos, muchos, con torturas, vejaciones y años de cárcel, otros, más de un centenar de miles, todavía están en las cunetas. Pero ya pasó la hora de los criminales fascistas en este país. Pasó y para siempre jamás. España es, irreversiblemente, de los demócratas, y los delincuentes a la cárcel.

Desde esta web, exijo la dimisión del gobierno y la disolución del PP. Y que dimita el gobierno no por decencia, que sería pedir peras al olmo, ni por responsabilidad, por la misma razón, sino para preservar la escasa democracia que aún nos queda.

Lecturas recomendadas
- Iñaki Gabilondo, En el capítulo de ayer... (17-5-2017) 
- Ramón Cotarelo, Los réprobos (17-5-2017)

15 de mayo de 2017

(Don Pdr Snchz.)

—Se acerca el día grande del PSOE No es No. Pdr Snchz, como el don Pedro de El zapatero y el rey de Zorrilla, bien podría exclamar aquello de

               Traidores, volveré algún día,
               y ¡ay del que entonce a parecer se atreva!  

                          El zapatero y el rey (Segunda parte), esc. XII

Que sea para bien. Mira... ¡Portugal hasta gana Eurovisión! En cambio nosotros, con este pegote de gobierno de derecha extrema del PP, los últimos, a cero pelotero. ¿Será una premonición? ¿Una advertencia de los hados? ¡Corramos a una coalición de izquierdas y hasta puede que el año próximo ganemos Eurovisión! Pero nadie se haga ilusiones —sentenció Aquilino— porque al final Patxi López pactará con SD 100 % y eso es todo. El PSOE, que por otra parte debe 59 millones a los bancos, seguirá estando en las mismas manos que siempre, las de la oligarquía y las puertas giratorias, y las del egregio de Suresnes y del Sí es Sí.

7 de mayo de 2017

(Penúltimo discurso.)

—Hay dos categorías de votos: el voto del miedo y el voto del hartazgo y la desesperación. El voto del miedo es el voto a lo conocido aunque lo conocido sea una gran mierda. El voto del hartazgo y la desesperación es el voto a lo que sea, siempre y cuando nos prometa un futuro. Es el voto contra el Capital y el establishment a quienes se atribuye, con razón, todos los males y desastres. Y el mayor desastre es el habernos robado el futuro y convertido a la gente en desecho. El problema es que este voto del hartazgo ha sido capitalizado por los movimientos ultranacionalistas y supremacistas de extrema derecha, que son, precisamente, los partidos del Capital, aunque de boquilla apelen a lo que sea. Es una situación similar a la de los años 30 del siglo pasado cuando la gente desesperada aupó al poder a Mussolini y Hitler. Por otra parte, los movimientos de izquierda parecen haberse despertado tarde frente a la extrema derecha, que les ha tomado la delantera, aunque estos movimientos de izquierda no han dicho ni muchísimo menos la última palabra. Todo dependerá de nosotros. Nada está decidido. Ahora bien, si triunfa la extrema derecha el mundo va a la guerra seguro. Y el primer conflicto pudiera ser entre Europa, con Alemania en cabeza, contra Rusia, con la destrucción asegurada del continente, y el Imperio (y el Capital) como ganador y único beneficiario, lo mismo que en 1945. Ahora bien, un conflicto a esa escala pudiera ser el último.

Quienes todavía somos tan ingenuos que soñamos en un futuro, para nosotros y para nuestros hijos, hemos de olvidarnos del miedo y luchar por este futuro, porque hoy por hoy no lo hay, y apostar decididamente por los movimientos en favor de la gente y los ciudadanos. No hay otra.
(7 mayo 2017)


(P.D.—La victoria de Macron vista por Aquilino.)

—Felicitarnos por la victoria de Macron —dijo Aquilino— equivale a botar de alegría porque estamos plantados en medio de la vía y no nos ha arrollado el tren de Le Pen. Quizá la comparación no es muy buena, pero gráfica. ¿Qué haría una persona sensata? Quitarse inmediatamente de en medio de la vía. Tentar la suerte es de locos. ¿Qué hacemos nosotros, presuntos sensatos? Quedarnos donde estamos, tan felices. Por cierto, la vía es de doble sentido y las locomotoras son dos: neoliberalismo y fascismo. Ambas conducidas por el Capital y con el mismo propósito. Si no te arrolla una te arrolla la otra, o una tras otra, que es lo más probable. El Capital siempre juega con dos barajas. Sigamos en medio de la vía. Es el turno del "neoliberalismo", ahora en crudo, sin afeites socialdemócratas (*).

¿En Francia habrá ahora un presidente pirata? Tan pirata que se baraja a Christine Lagarde como primera ministra. La Troika en casa, sin complejos. El Capital se frota las manos. Después del saqueo de España e Italia (que apenas ha empezado), es el turno de Francia. El botín da mareos sólo imaginarlo. Lo que más temíamos desde 2010 ha llegado. Todavía algunos soñábamos que Francia no se dejaría hundir como el resto de países del Sur. Con Francia estaban todas nuestras ingenuas esperanzas.

Es el principio del fin de Europa, ese continente en vías de fallido. Paul Krugman ya no sabe de qué otra manera expresar su alarma.

(*) Aquilino detestaba el término "neoliberalismo", por engañoso, y casi nunca lo empleaba, porque lo que llamamos "neoliberalismo" poco tiene que ver con el liberalismo (¿qué tendrá de "liberal" el rescate de los bancos a nuestra costa?). Prefería utilizar el término "neocolonialismo", o mejor aún los de expolio y saqueo a lo grande, que es de lo que se trata. Los más técnicos lo llaman "acumulación por desposesión". En fin, distintos apelativos de robo. Aquilino siempre recordaba aquella frase del 15-M en las manifestaciones: "A ti que estás mirando, también te están robando." O parodiando la canción de Ana Belén, al pasar frente a la sede del Banco de España: "¡Ahí está, ahí está, la cueva de Alí Babá!" Etc.

P.D. bis. Es inaudito. No han pasado ni dos horas del triunfal triunfo y ya está Mutti Merkel dando instrucciones a Macron sobre lo que debe y no debe hacerse: eurobonos Nein!, reducción del superávit alemán Nein!... Es la repetición de Hollande. El IV Reich first y si no te gusta te aguantas. ¿Alguien duda que en dos días habrá un Frexit como la copa de un pino?
(8 mayo 2017)

Lecturas recomendadas
- Paul Krugman, ¿Qué pasa con Europa? (6-5-2017)
- Rafael Poch, Preguntas sobre un presidente atípico (7-5-2017)
- Olga Rodríguez, Macron y una Francia en estado de excepción (7-5-2017)
- Rafael Poch, Unión Europea, ¿Sociedad de Naciones? (10-5-2017)

5 de mayo de 2017

(Advertencia para despistados recalcitrantes.)

—Según Dante —dijo Meneses—, en la puerta de entrada al Infierno hay esta inscripción: Lasciate ogne speranza, voi ch'intrate ("Abandonad toda esperanza los que entráis", Infierno, Canto III, 9). Pues bien, desde 1974, en la puerta del PSOE hay la misma inscripción: "Abandonad toda esperanza: este PSOE de Suresnes JAMÁS pactará con la izquierda, sea con Pdr Snchz, sea con SD 100 %, o con quien sea." Otra cosa muy distinta es que el PSOE necesite los votos de la izquierda para ocupar la Moncloa (*).

Es decir, si alguien sueña (¡todavía!) con una coalición de las izquierdas y el PSOE, puede seguir soñando que esto, lamentablemente, no lo verá jamás. El PSOE de Suresnes es un partido fundado en 1974 con el doble objetivo de 1) ser la alternancia de centro-derecha de la derecha, y 2) ser el tapón de las izquierdas que impida a estas hacerse con el BOE y gobernar no para los bancos y la oligarquía, sino para los ciudadanos. El segundo punto mencionado es el fundamental. Más claro, agua. Todo esto hace ya días que ha quedado patente en la mayor parte de países europeos donde hubo socialdemocracia alguna vez, pero en España, ni modo. Aquí seguimos siendo la excepción. En todo. Siento en el alma chafar la guitarra a tanta gente ilusionada —concluyó Meneses—, pero algún día habrá que aterrizar. Es decir, algún día tendremos que entender que el PSOE no puede hacer otra cosa más que discursos de izquierda y políticas de derecha: socialismo de trampantojo.

—Total: ¡ojalá fuéramos Portugal! —sentenció Aquilino—. No caerá esa breva.

(*) Por lo demás, aun suponiendo veleidades izquierdistas a Pdr Snchz, lo cual es delirar, tiene las manos atadas por la misma Ejecutiva que lo defenestró. ¿Cuántas veces habrá que echarlo? Hay que suponer que Pdr Snchz no se ha presentado a secretario general para repetir lo mismo, sino para portarse bien, lo cual ya ha demostrado alineándose con la pura ortodoxia del "No es no"... a Unidos Podemos, en el asunto de la moción de censura. Lasciate ogne speranza... Amén.

Lecturas recomendadas
- Antonio Santamaría, Moción de censura de doble filo (5-5-2017)

3 de mayo de 2017

(Para que vean si madrugamos.)

—Le Pen promete recuperar el franco —dijo un diputado del PP— y aquí nosotros nunca lo hemos dejado. Para que vean si madrugamos.