23 de junio de 2018

(La República ha venido.)

Revolviendo periódicos de los años de la guerra, he encontrado este artículo de Paulino Masip. Es impensable por mi parte relatar en cuatro líneas la agitada vida de Paulino Masip (La Granadella, Lérida, 1899 - Cholula, México, 1963). En los años de la guerra fue editor técnico y editorialista de La Vanguardia de Barcelona, y ya en el exilio de México publicó una de las mejores novelas sobre la guerra: El diario de Hamlet García (1944). No estoy seguro si se han recogido sus artículos, pero de no ser así deberían recogerse, tal como se ha hecho con los de Antonio Machado, Manuel Azaña y otros intelectuales de la época.



La República ha venido
por Paulino Masip

El final de la monarquía española me recuerda siempre el epílogo de una novela de Alejandro Dumas que leí hace muchos años y cuyo título he olvidado. Al genial folletinista no se le ocurrió cosa mejor, para desembarazarse de sus personajes, que meterlos a todos en un barco y echarlo a pique apenas llegado a alta mar. El último Gobierno fue para la monarquía lo que el barco para la novela de Dumas. Llamados a él todos los protagonistas de la política de la Restauración, en cuanto estuvieron juntos el barco se hundió para siempre y la trágica novela terminó.

Recuerdo también que el día que se formó aquel Gobierno —¡García Prieto, Cierva, Romanones!— algunos amigos míos se mesaban los cabellos para dar salida a la irritación que les producía el Gobierno en sí, y sobre todo la indiferencia entre irónica y desdeñosa con que el pueblo lo había recibido. Mis amigos pedían huelga general, levantamiento popular contra aquella broma fúnebre. Hubiera sido una inocentada. ¿Para qué molestarse, si era el síntoma más claro de que habíamos llegado al desenlace? También en esta aparición postrera de los personajes medio olvidados, que tuvieron sus partes de protagonistas, se pareció aquello al final de una novela. Tuvo aquel Gobierno además una virtud, según se ha visto después, nada desdeñable. Fue para los políticos la prueba del fuego. Sin ella, que los dejó en evidencia monárquica irremediable, hubieran esgrimido en la República, con cuya idea casi todos habían más o menos tonteado, sus siete años de insultos y persecuciones, excesivo Jordán para un país tan fácil al perdón como el nuestro. ¡Y no le hubiera faltado más a la República sino que se le hubiera añadido éste a los muchos lastres que tuvo que sobrellevar!


*

Mientras tanto ¿qué hacían, qué pensaban los aristócratas, el clero, los militares, los banqueros? Lo diré, si se me permite, con una expresión popular: no sabían por dónde les daba el aire. Esta es la verdad. Ellos también advertían, de una manera confusa, que caminábamos hacia un cambio de régimen, pero no sabían qué hacer. ¿Se podía hacer, además, alguna cosa? No sabían por dónde les daba el aire porque el aire no soplaba de ninguna parte. Sopló una vez en Jaca y entonces sí supieron actuar brutalmente. Pero después la atmósfera quedó extraña y angustiosamente tranquila. Estaban azorados y encogidos como las aves cuando presienten tormenta, pero como las aves, lo ignoraban todo de la tormenta vecina. A las clases directoras de la monarquía les perdió la ausencia de enemigo concreto. Bien se había visto los días de diciembre que no existían revolucionarios en España, y, sin embargo, la República se acercaba inexorablemente. La conciencia de esta inexorabilidad impalpable les quitó toda moral defensiva. ¿Qué intentará el náufrago refugiado en un peñón contra la marea que amenaza cubrirle? Y la llegada de la República tenía mucho de fenómeno cósmico. Enemigos y partidarios sabíamos que venía, pero nada más. ¿Cómo? ¿Por qué caminos? ¿Quién la traería? Unos de manera más clara y otros de manera más imprecisa presentíamos que ese era el designio del destino histórico de nuestro país, y a él nos ateníamos de tal forma que los republicanos más optimistas eran los que desconocían todos los trabajos seudorrevolucionarios porque no les quitaba la fe su poquedad. (Una cosa así ha ocurrido durante algunos meses de la guerra civil.)

Existían, además, otras razones para que las clases directoras monárquicas estuvieran desorientadas e indecisas. Su falta de imaginación les impedía ver las consecuencias inevitables —a la larga o a la corta— del proceso de transformación iniciado en España. Para reaccionar vivamente necesitaban hechos reales, agresiones concretas, ver con los ojos de la cara y sentir sobre la propia carne los males que sus periódicos y sus oradores anunciaban. Ni creían ni dejaban de creer los cuadros pavorosos que el ABC les describía por anticipado. Otras veces también se les habían anunciado catástrofes tremendas vanamente y en fin de cuentas era natural que el duque de Alba, o el del Infantado, o el arzobispo de Toledo, herederos de una situación social y económica que tenía raíces de siglos, no se decidieran a aceptar la idea de que su mundo había entrado en la agonía. Sin embargo, estaban inquietos, preocupados porque de cualquier modo el río sonaba demasiado. Habría que intentar alguna cosa. ¿Por ejemplo? Organizar unas conferencias en el Círculo de la Nobleza. Era la gran idea. ¡Lástima que no se les hubiera ocurrido antes! Quizá lo que se avecina no se avecinara. Esto se llegó a decir en la presentación de uno de los oradores de aquellas conferencias que se desarrollaron en una salita, donde cabían cuarenta o cincuenta personas, del Círculo que tenían los nobles en la calle de Fernando VI. Mis deberes profesionales me llevaron a una de ellas por los mismos días que me llevaban al mitin de las izquierdas en la Casa del Pueblo, abarrotada dentro y rodeada fuera por la muchedumbre que se conformaba con hacer acto de presencia en las calles próximas, y a las conferencias del Ateneo que aglomeraban miles de personas. El contraste era una lección clarísima. La fruta estaba madura; pero ¿y el viento?

Los designios del destino histórico de los pueblos son inescrutables. Lo que tenía que ocurrir ocurrió de la manera más insospechada.

La primavera ha venido.
Nadie sabe cómo ha sido.


Si no fueran tan bellos estos dos versos de Antonio Machado podrían parodiarse sustituyendo primavera por República, y nos darían una idea del estupor maravilloso que sobrecogió a España al encontrarse de pronto florecida de banderas tricolores. Yo vi nacer las primeras desde un balcón de la Puerta del Sol. Se abrieron con timidez como capullos tempraneros y luego fue el ensalmo. Como cosa de ensalmo se tomó y nadie se atrevió a moverse para no quebrar el encantamiento. La placidez de las primeras jornadas republicanas nos dejó atónitos y nos hizo desvariar. ¡Cuánta tontería se dijo entonces! ¡Cuánta ceguera o cuánto espejismo! Al recordarlo ahora, se le llena a uno el alma de melancolía como la que trae la memoria, en la edad madura, de los ilusionados raptos infantiles. Nunca, probablemente, ha entrado un pueblo por el camino de la revolución con mayor inconsciencia bienaventurada. Cuarenta y ocho horas de libertad absoluta de un pueblo de un millón de habitantes, dieron a Madrid como balance, varios cristales rotos, muchas caricaturas al carbón en las paredes y una capa de tierra sobre el asfalto de la Puerta del Sol que los obreros municipales tuvieron que arrancar a golpe de pico. Nada más. Absolutamente nada más. Ni un herido, ni un contuso, ni un pan robado. España entraba en la República como las almas inocentes en el limbo. El tópico fue que este era el ejemplo patente de que el pueblo español había llegado a la mayoría de edad. Yo también lo utilicé. Y nunca ha sido el pueblo español más terriblemente niño.
 

(La Vanguardia, Barcelona, 31 agosto 1937, p. 1)


La sensación que describe Paulino Masip en este artículo es real, en el sentido de profundamente vivida. Después del fracaso de la dictadura protofascista de Primo de Rivera, todos sabían que el gobierno Berenguer estaba muerto. No era posible la vuelta a ninguna "normalidad". ¿A qué "normalidad"? Aparentemente no ocurría nada, no pasaba nada, pero nadie tenía duda de que el Régimen estaba acabado. Fue un momento único en nuestra historia. 

Antonio Machado escribió, atribuyendo el poemita a una canción infantil:

La primavera ha venido
y don Alfonso se va.
Muchos duques le acompañan
hasta cerca de la mar.
Las cigüeñas de las torres
quisieran verlo embarcar...

 

(Hora de España, n.º V, mayo 1937)


Manuel Castells, Vuelve el nazismo (1) (30-6-2018) (y 2) (7-7-2018)


  


Lecturas recomendadas
- Suso de Toro, La brutalidad de un Estado y una sociedad (19-6-2018) y Nunca se vuelve atrás (2-7-2018)
- Baltasar Garzón, Alsasua: el terrorismo como obsesión (19-6-2018) 
- Enric Juliana, "Aquí pasou o que pasou" (20-6-2018), Balance del primer mes del gobierno. 30 días de Sánchez (1-7-2018) y Alfa vacante (5-7-2018)
- José Babiabo, España es un país extraño. Notas breves sobre memoria pública (20-6-2018) 
- Jordi Barbeta, El mal día de un rey en la Casa Blanca (21-6-2018), Yo era monárquico (24-6-2018), Soraya, la compañera del "novio de la muerte" (27-6-2018) y La normalidad es imposible (y sería imperdonable) (1-7-2018): perfectamente de acuerdo.
- Javier Pérez Royo, Otra decisión repulsiva (21-6-2018) y La resaca del 3 de octubre (26-6-2018) importante artículo que merece un comentario cuando pueda, el cual se complementa con El mayor error de Mariano Rajoy (27-6-2018). Ojalá fuera la prisión preventiva (25-6-2018), El talón de Aquiles del auto del Tribunal Supremo (28-6-2018), El cálculo político del Tribunal Supremo (30-6-2018), El golpe de Estado de José María Aznar (5-7-2018), Crisis del PP y exhumación de Franco: coincidencia simbólica (5-7-2018)
- Fernando López Agudín, Sin Felipe VI no hay diálogo (22-6-2018)
- Hugo Martínez Abarca, Y ahora, ¿dónde está Felipe VI? (22-6-2018) 
- Josep Ramoneda, El suicidio europeo (23-6-2018) 
- José Antonio Martín Pallín, Los presos tienen familia (23-6-2018) 
- Henrique Mariño, Quico, guerrillero antifranquista: "La izquierda capituló ante los herederos del franquismo y renunció a su historia" (23-6-2018)
- Joaquín Urías, ¿Qué está pasando con los jueces? (27-6-2018) 
- Ferran Requejo, Repóquer judicial (29-6-2018) 
- Ángel Munárriz, Nicolás Sánchez-Albornoz: "Un cementerio nacional en Cuelgamuros es imposible" (2-7-2018) 
- Antonio G. Movellán, Ningún Concordato más con la Santa Sede (2-7-2018) 

Otros temas
- Ada Colau, De la Europa fortaleza a la Europa refugio (25-6-2018) 
- Rafael Poch, Russia Today: la propaganda del otro (27-6-2018)  y Antes de que la lepenización de Goldman-Sachs nos robe todas las banderas (4-7-2018)
- Juan Torres López, Acabar con las pensiones públicas y, de paso, con la democracia (1-7-2018)

19 de junio de 2018

(Repugnante.)

Separar a los niños de sus padres es lo más repugnante que he visto jamás. Es de una crueldad y una brutalidad inconcebibles en un ser humano. Una sociedad que tolera esto está condenada a la extinción.

El vídeo de los niños llorando de manera desgarrada reclamando a sus padres, contrasta con otro vídeo de hace apenas unas semanas en el que un negro africano escala por el exterior cuatro plantas de un edificio para salvar la vida de un niño.

El africano emigrante es una persona. Nosotros somos bestias. 



Fernando López Agudín, Sin Felipe VI no hay diálogo (22-6-2018). Creo que el artículo es un tanto confuso, y se podría expresar lo dicho un poco más claro, así: si el rey no rectifica su discurso del 3 de octubre, el conflicto de Cataluña no tiene solución. El ¡A por ellos! sigue vigente por lo que al Estado respecta. En este sentido, el discurso del presidente de la Generalitat Quim Torra de hoy mismo 22 de junio creo que es coherente con el sentir de por lo menos el 80 % de catalanes, tanto independentistas como no independentistas. Los catalanes somos ciudadanos, y no súbditos de una monarquía fascistizante. Creo que es hora de que el Parlamento español plantee un referéndum sobre la forma de Estado.

17 de junio de 2018

(Delenda est Monarchia.)

Tuit 1. V.E.R.D.E.
Jaume Pi, ¿Qué ocurre en Cataluña: violencia política, choque de baja intensidad o fractura social? (10-6-2018). Cierta derecha española —y quizá también de más allá de la fronterase ha dado cuenta, por fin, de que la España Una, que pasa por planchar Cataluña, es inviable y solo conduce al desastre, y ha apostado por una solución política, previo recambio del PP no por Ciudadanos, sino por la derecha civilizada del PSOE. En resumen: cierta derecha rectifica, Ciudadanos se queda colgado de la brocha, el rey sigue luciendo su corbata V.E.R.D.E. (Viva El Rey De España), y todos aplaudimos. ¿Fin de la crisis de Estado? ¡Oh! Como dice el refrán: No hay que vender la piel del oso antes de haberlo cazado. De momento, ya sería mucho que se acabara la peligrosa ulsterización de Cataluña, si es que quienes financian la ultraderecha en Cataluña tienen a bien cerrar el grifo.

 Toma de posesión de Pdr Snchz como presidente del Gobierno (2-6-2018)


Tuit 2. Delenda est Monarchia
José Antich, El rey, cada vez más lejos de Cataluña (15-6-2018). Cataluña no será una República de derecho, pero lo es de hecho. La monarquía española se acaba en el Ebro, y mientras el rey no rectifique su discurso del 3 de octubre es imposible que esta situación cambie. Quizá al rey le entusiasmaran las banderas españolas en los balcones después del 3 de octubre, pero ahí empezó a rodar su corona por el suelo, porque son banderas contra Cataluña. Dividir, en vez de unir, no es un error para una monarquía, sino su sentencia. Ya que en España estamos anclados en el siglo XVII, convendría que Felipe VI leyera a Gracián: "en la Monarquía de España, donde las Provincias son muchas, las naciones diferentes, las lenguas varias, las inclinaciones opuestas, los climas encontrados, así como es menester gran capacidad para conservar, así mucha para unir" (Baltasar Gracián, El político, 1640). 

Donde vaya el rey en Cataluña, en todas partes le recordarán que España no se puede construir contra Cataluña. Lo cual debería ser casi de cajón.

(Continuará.) 


Manifiesto

Javier Pérez Royo, María Eugenia R. Palop, Ignacio Sánchez Cuenca, Julián Casanova, Joaquín Urías y otros

Modestamente, me adhiero también al manifiesto. El único obstáculo para una solución a los conflictos de Cataluña y el País Vasco es el fascismo que todavía impregna el Estado y su patológica obsesión por la unidad de España. A ese fascismo habría que decirle que si España no se ha roto en 500 años es que es irrompible.

En realidad, la obsesión por la unidad y contra el separatismo, es una excusa para disparar el nacionalismo español hasta los topes, tal como se ha visto por desgracia en estos últimos meses. Ahora bien: ¿a quiénes se supone que beneficiaría la España Una? A quienes sueñan con regresar al Estado centralista y corrupto del franquismo, donde se roba más y mejor. A las sanguijuelas que viven permanentemente del BOE y a costa del Estado, y de chuparnos la sangre a todos y esquilmar los recursos del país. Corrupción, deuda y desigualdad es la herencia secular de los parásitos de la unidad de España y del centralismo y la uniformidad del Estado. 

Sin embargo, dudo que en España monarquía y Estado federal sean compatibles. Que lo veamos. Por si acaso, insisto en el lema que debería orientarnos: 

Por la República y la democracia

Qué raro que no haya firmado el manifiesto Josep Borrell observó Barrantes.
Estará ocupado concediendo entrevistas sobre Cataluña contestó Aquilino. Por algo es el ministro de Exteriores.

 


Lecturas recomendadas
- Enric Juliana, Lo importante es la piel (17-6-2018)
- Javier Pérez Royo, Una propuesta suicida (17-6-2018) y La sombra de Franco es alargada (19-6-2018)
- Ion Salgado, Clamor contra la injusticia en el caso Altsasu. Apabullante respuesta cívica al despropósito judicial (17-6-2018)
- Ignacio Sánchez-Cuenca, ¡Gracias, Ana Pastor (del PP)! (18-6-2018)

Otros temas
- Julián Casanova, Paz incivil (15-6-2018)  
- Gustau Nerín, Un diccionario biográfico para evitar la impunidad de los franquistas (17-6-2018) 
- Sato Díaz, Sánchez-Albornoz: "Que el Valle de los Caídos desaparezca por la acción de la naturaleza" (19-6-2018)

5 de junio de 2018

(Micro tuits.)

Micro tuit 1
Sería conveniente que el rey rectificara su discurso del 3 de octubre, si es que deseamos que España siga siendo una monarquía. Porque si no se puede gobernar España sin Cataluña, y menos contra Cataluña (el PP lo acaba de comprobar de manera muy amarga), tampoco se puede reinar sin Cataluña. Y si no hay una rectificación del discurso del 3 de octubre, sea cual fuere la futura relación de Cataluña con el Estado, la monarquía española seguirá acabando en el Ebro.

No es necesario que el rey haga más discursos (!). Bastaria con un "Lo siento mucho. Me equivoqué. No volverá a ocurrir". Y que el Parlamento ponga en marcha las medidas necesarias para que, efectivamente, no vuelva a ocurrir, y el rey se ciña a rajatabla a la función constitucional de monarquía parlamentaria, tal como ocurre en las demás monarquías europeas.


Micro tuit 2. En torno a Borrell, Alfonso Guerra...  et al.
Cuando nos referimos al nacionalismo español del PP o de Ciudadanos lo calificamos, acertadamente, de fascista (o "franquista", para los hinchas locales), sin embargo cuando nos referimos al nacionalismo español del PSOE lo tildamos de "jacobinismo". ¿Es eso correcto?

Hay que insistir que en España no hay más nacionalismo español que el fascista, el cual tuvo su origen doctrinal en la dictadura de Primo de Rivera y se continuó luego con la de Franco, y así hasta hoy, en un dilatado e intenso proceso de "nacionalización de las masas" durante cerca de cien años (*). Ese es el único nacionalismo español existente, no hay otro. Otra cosa es que el nacionalismo español haya logrado crear una nación española, que no es el caso.


Sea como fuere, el nacionalismo fascista español es la expresión final, acabada, de todos los nacionalismos españoles anteriores —o, mejor, conatos de nacionalismos—, desde 1812. No existe el tal "jacobinismo", lo que existe es el nacionalismo fascista español (**). Eso es todo. Y eso seguirá así hasta que haya un proceso de renacionalización, suponiendo que ello sea necesario: más bien lo necesario —y urgente— es la desfastización del Estado.

(*) Alejandro Quiroga Fernández de Soto, Haciendo españoles (La nacionalización de las masas en la Dictadura de Primo de Rivera, 1923-1930), Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2008.


(**) El rancio jacobinismo español uniformizador y centralista quedó perfectamente subsumido e integrado en el nacionalismo fascista de la España Una. Es así que el pasado mes de octubre en Barcelona pudimos ver juntos, con toda coherencia, a Borrell, el PP, Ciudadanos, Societat Civil Catalana (convocante de la manifestación), Vargas Llosa... en la misma exhibición (fascista) del nacionalismo español "por la unidad de España". Aquí lo único chocante es que ni retrojacobinos ni neofascistas reconozcan el nacionalismo fascista español como lo que es. Si algún día en España se produce la verdadera Transición de la monarquía posfranquista a la democracia, es evidente que tanto la bandera como el himno de España serán otros, en los que nos reconozcamos todos los españoles y no solo los herederos de Franco.


Micro tuit 3. "M. Rajoy se va. Fin de la cita" (Alberto Garzón)
Al PP (antes Alianza Popular, el coche-escoba del franquismo) siempre se le ha atragantado la democracia. Para el PP la democracia ha sido un mal menor al que ha tenido que amoldarse por obligación. Sin embargo desde noviembre de 2011 estaba claro que el PP no iba a dejar el poder, ni a rastras. Había que echarles. Ha costado seis años y medio, pero finalmente el PP se ha ido a la oposición. Es uno de esos milagros que ocurren raras veces. Son muchas las lecciones que debería sacar de todo ello la derecha española, incluido Ciudadanos, pero ya tal. Hablaremos de ello otro día.

Apunto solo eso como conclusión: repaso la historia reciente de España, y salvando la dictadura de Franco, el gobierno del PP en ese septenio de pesadilla y alucinación ha sido el peor de España en todo el siglo XX y lo que llevamos de XXI. El peor en el sentido de tóxico y nefasto para la gran mayoría de españoles, a los cuales
el exgobierno nos ha dejado desplumados y en la inmunda. Y no toda la responsabilidad del desastre ha sido de Rajoy Brey, aunque también. Dejo la aclaración para otro tuit, porque ese post va de micros.

Adenda. Acabo de escribir este tuit y escucho en las noticias que Rajoy Brey se va, es decir, lo echan. Es lo mejor para el PP. Y lo mejor de lo mejor sería que el PP se disolviera y fundara un partido conservador como es debido (véase Día sí, otro también, el PP seguirá hundiéndose sobre la cabeza de Rajoy Brey), lo cual debió hacer hace tiempo, por lo menos desde los papeles de Bárcenas y el Luis, sé fuerte


Micro tuit 4. La Internacional Mercenaria. Lo peor de lo peor
Muy mal han de estar las cosas para que el salvapatrias que nos metió en el genocidio de Irak, arruinó España con el ladrillazo y quebró los bancos, entre otras gracias, venga ahora a salvarnos otra vez. Primero que pague las radiales de Madrid y luego ya veremos. ¿Ya no le quiere Uribe en Colombia? ¡Ya está bien de aventureros, por no decir otra cosa! ¡Qué mamera!

Además, ¿es que no ha leído la sentencia del caso Gürtel, o es que cree que no va con él? Es asombroso.

A Manolo Vázquez Montalbán le daba tanto asco el personaje que era incapaz de pronunciar su apellido. No era el único. 


Micro tuit 5. Chascarrillos (6-7 junio)
—Viendo el gobierno que está montando Pdr Snchz dijo Barrantes, el único que chirría es el presidente.
—Además de una oveja negra: el ministro de Interior. Da miedo. Crucemos los dedos. Este ministerio está gafado desde los tiempos de Corcuera. 
En general dijo Meneses es un gobierno cinco estrellas para dejar a Ciudadanos con lo puesto y olvidar la pesadilla de los seis años largos de Rajoy Brey. Ahora bien, el quid está en Cataluña: si Pdr Snchz consigue desactivar el ¡A por ellos! y establecer un mínimo principio de diálogo en Cataluña que ofrezca un atisbo de esperanza de arreglo del conflicto, ¡solo un atisbo!, el nuevo gobierno se apuntará el tanto del siglo y Ciudadanos se desinflará como un globo de feria, porque sin el espantajo del España se rompe el partido naranja se queda sin discurso. Ahora bien, Quim Torra convendría que se bajara del Clavileño unilateral, aunque sea un rato. 
Solo levantarse por la mañana —apostilló Aquilino y no tener que desayunarse con Montoro, Báñez, Cospedal, Santamaría, Catalá, Méndez de Vigo y demás guiñoles con que nos ha estado insultando Rajoy Brey durante más de seis años día tras día, ya valía todas las mociones de censura. Fin del Septenio Ominoso. Comienza un gobierno de centro-derecha que pudiera ser la transición hacia una República de centro-izquierda. Y no, creo que no he tomado nada.


Micro tuit 6
A todo esto, mi sincera felicitación a Soledad Gallego-Díaz. ¿Será posible que El País vuelva a ser un periódico? 


Micro tuit 7
Unidos Podemos que no se impaciente, porque el PSOE de Suresnes es lo que es. No ha sido Unidos Podemos ni los grupos parlamentarios quienes han aupado a Pdr Snchz al gobierno, sino la sociedad española, que se ha plantado. Que eso no lo entienda el PP, es su problema. Pero si no lo entiende Pdr Snchz, fracasará.


Totalmente de acuerdo con Javier Pérez Royo, La derogación no es suficiente (9-6-2018). Es lo primerísimo que debería hacer este gobierno, además de revertir las reformas del Código penal y la Ley de Enjuiciamiento Criminal. ¡Ah! Y amnistiar o indultar a todos los que se ha metido en la cárcel en aplicación de estas leyes infames.

Otro importante artículo de Javier Pérez Royo, La sentencia del caso Nóos: un indicador de un problema mal resuelto (12-6-2018)
 


Lecturas recomendadas
- Editorial / ara.cat, Josep Borrell i el jacobinisme del PSOE (4-6-2018)
- Javier Pérez Royo, Condenado a la mentira (5-6-2018), Carambola, pero no lotería (6-6-2018), La derogación no es suficiente (9-6-2018), El 11 de junio de Albert Rivera (12-6-2018), La sentencia del caso Nóos: un indicador de un problema mal resuelto (12-6-2018) y Normas no escritas (14-6-2018)
- Iñaki Gabilondo, Rajoy se va, Aznar quiere volver (6-6-2018) vídeo, y Un Gobierno sorprendente (7-6-2018) vídeo
- Joaquín Sánchez, el cura de la PAH, Carta de un cura a Albert Rivera sobre ser español (6-6-2018) 
- Enric Juliana, En órbita (7-6-2018) y Cuatro años de vértigo (9-6-2018)
- Suso de Toro, Alivio narcotizante (7-6-2018) 
- Jordi Barbeta, De Rajoy a Sánchez: la operación de Estado del establishment español (7-6-2018)
- Fernando López Agudín, La respuesta democrática de Sánchez (8-6-2018) y Los cien días de Sánchez (12-6-2018)
- Josep Ramoneda, Después del cambio de escenario (8-6-2018) 
- Ignacio Sánchez-Cuenca, Una democracia legalista (9-6-2018)
- Aitor Riveiro, Íñigo Errejón: "Podemos tiene que ser una fuerza que respalde, sostenga y empuje a este gobierno" (9-6-2018)
- Sabino Cuadra, Estado español. Tercera entrega: Tiburón III (12-6-2018)
- Borja de Riquer i Permanyer, Más españoles que ciudadanos (14-6-2018) 
- Iñaki Gabilondo, Miércoles negro en el Ministerio (14-6-2018)

Otros temas
- Owen Jones, A menos que Bruselas cambie de modelo, se avecina el desastre para Italia y la Unión Europea (5-6-2018)
- César G. Calero, Macri enciende la mecha de la rebelión popular (6-6-2018) 
- Pilar Blázquez, Hansruedi Weber, el septuagenario que podría acabar con el sistema financiero tal y como lo conocemos (9-6-2018). Al final, el miedo siempre gana, sobre todo en un mundo de cagones. Imaginémonos las autopistas y carreteras sin señales de limitación de velocidad, ni ninguna otra indicación ni señal: esto es el sistema financiero en la actualidad, donde los accidentes, graves, son la norma. La propuesta de Weber equivale a poner señales de limitación de velocidad en las carreteras y autopistas, y de forma drástica de manera que se impida circular por encima del límite fijado. Decía Meneses que esa regulación extrema del sistema financiero debería complementarse con otra, no menos espectacular: la limitación del enriquecimiento personal. Del capitalismo salvaje al capitalismo doméstico o domesticado. ¿Qué pasaría en Suiza si se aplicara el sistema propuesto por Weber? Nada, simplemente se acabaría en seco el gran negocio actual de los bancos: la producción ilimitada de deuda. Deuda que tarde o temprano hay que socializar condenándonos a todos a la miseria. Pero los bancos meterán miedo, y así nos va. Cuando quiebren los bancos y perdamos todo nuestro dinero nos acordaremos de Weber.
- George Soros, Europa debe ayudar a Italia con la carga migratoria o arriesgarse a su desintegración (13-6-2018). Primero habría que empezar por dejar de expoliar y apropiarse de África. Mientras tanto, toca hacerse cargo de emigrantes y refugiados que NOSOTROS hemos expulsado de sus tierras y países. Ahora bien, que el Mediterráneo se haya convertido en el mayor cementerio del mundo es algo que no afecta el balance de los bancos: por lo tanto, el problema no existe, y todo seguirá como hasta ahora.
- Julián Casanova, Del estraperlo a Rajoy (2-6-2018)