7 de mayo de 2017

(Penúltimo discurso.)

—Hay dos categorías de votos: el voto del miedo y el voto del hartazgo y la desesperación. El voto del miedo es el voto a lo conocido aunque lo conocido sea una gran mierda. El voto del hartazgo y la desesperación es el voto a lo que sea, siempre y cuando nos prometa un futuro. Es el voto contra el Capital y el establishment a quienes se atribuye, con razón, todos los males y desastres. Y el mayor desastre es el habernos robado el futuro y convertido a la gente en desecho. El problema es que este voto del hartazgo ha sido capitalizado por los movimientos ultranacionalistas y supremacistas de extrema derecha, que son, precisamente, los partidos del Capital, aunque de boquilla apelen a lo que sea. Es una situación similar a la de los años 30 del siglo pasado cuando la gente desesperada aupó al poder a Mussolini y Hitler. Por otra parte, los movimientos de izquierda parecen haberse despertado tarde frente a la extrema derecha, que les ha tomado la delantera, aunque estos movimientos de izquierda no han dicho ni muchísimo menos la última palabra. Todo dependerá de nosotros. Nada está decidido. Ahora bien, si triunfa la extrema derecha el mundo va a la guerra seguro. Y el primer conflicto pudiera ser entre Europa, con Alemania en cabeza, contra Rusia, con la destrucción asegurada del continente, y el Imperio (y el Capital) como ganador y único beneficiario, lo mismo que en 1945. Ahora bien, un conflicto a esa escala pudiera ser el último.

Quienes todavía somos tan ingenuos que soñamos en un futuro, para nosotros y para nuestros hijos, hemos de olvidarnos del miedo y luchar por este futuro, porque hoy por hoy no lo hay, y apostar decididamente por los movimientos en favor de la gente y los ciudadanos. No hay otra.
(7 mayo 2017)


(P.D.—La victoria de Macron vista por Aquilino.)

—Felicitarnos por la victoria de Macron —dijo Aquilino— equivale a botar de alegría porque estamos plantados en medio de la vía y no nos ha arrollado el tren de Le Pen. Quizá la comparación no es muy buena, pero gráfica. ¿Qué haría una persona sensata? Quitarse inmediatamente de en medio de la vía. Tentar la suerte es de locos. ¿Qué hacemos nosotros, presuntos sensatos? Quedarnos donde estamos, tan felices. Por cierto, la vía es de doble sentido y las locomotoras son dos: neoliberalismo y fascismo. Ambas conducidas por el Capital y con el mismo propósito. Si no te arrolla una te arrolla la otra, o una tras otra, que es lo más probable. El Capital siempre juega con dos barajas. Sigamos en medio de la vía. Es el turno del "neoliberalismo", ahora en crudo, sin afeites socialdemócratas (*).

¿En Francia habrá ahora un presidente pirata? Tan pirata que se baraja a Christine Lagarde como primera ministra. La Troika en casa, sin complejos. El Capital se frota las manos. Después del saqueo de España e Italia (que apenas ha empezado), es el turno de Francia. El botín da mareos sólo imaginarlo. Lo que más temíamos desde 2010 ha llegado. Todavía algunos soñábamos que Francia no se dejaría hundir como el resto de países del Sur. Con Francia estaban todas nuestras ingenuas esperanzas.

Es el principio del fin de Europa, ese continente en vías de fallido. Paul Krugman ya no sabe de qué otra manera expresar su alarma.

(*) Aquilino detestaba el término "neoliberalismo", por engañoso, y casi nunca lo empleaba, porque lo que llamamos "neoliberalismo" poco tiene que ver con el liberalismo (¿qué tendrá de "liberal" el rescate de los bancos a nuestra costa?). Prefería utilizar el término "neocolonialismo", o mejor aún los de expolio y saqueo a lo grande, que es de lo que se trata. Los más técnicos lo llaman "acumulación por desposesión". En fin, distintos apelativos de robo. Aquilino siempre recordaba aquella frase del 15-M en las manifestaciones: "A ti que estás mirando, también te están robando." O parodiando la canción de Ana Belén, al pasar frente a la sede del Banco de España: "¡Ahí está, ahí está, la cueva de Alí Babá!" Etc.

P.D. bis. Es inaudito. No han pasado ni dos horas del triunfal triunfo y ya está Mutti Merkel dando instrucciones a Macron sobre lo que debe y no debe hacerse: eurobonos Nein!, reducción del superávit alemán Nein!... Es la repetición de Hollande. El IV Reich first y si no te gusta te aguantas. ¿Alguien duda que en dos días habrá un Frexit como la copa de un pino?
(8 mayo 2017)

Lecturas recomendadas
- Paul Krugman, ¿Qué pasa con Europa? (6-5-2017)
- Rafael Poch, Preguntas sobre un presidente atípico (7-5-2017)
- Olga Rodríguez, Macron y una Francia en estado de excepción (7-5-2017)
- Rafael Poch, Unión Europea, ¿Sociedad de Naciones? (10-5-2017)

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