El gobierno del PP sigue emperrado en negar el carácter político al
problema planteado en Cataluña (entonces, ¿qué será, un problema de
"orden público"?), porque sabe muy bien que de este enfrentamiento puede
arañar algunos votos, y hasta es posible que remonte un pelín en las
encuestas, ya que, por desgracia, el "todos contra Cataluña", vende, por
lo menos en algunos ámbitos de la España más profunda y cavernaria. Y
los votos y el resultado electoral es lo único que le importa al gobierno del PP, además de seguir mercenariamente a los pies de las
oligarquías económicas. Ahora bien, el lamentable enfrentamiento entre
el gobierno del PP y Cataluña será nefasto para España, para Cataluña y
para todos.
Lecturas recomendadas
- Editorial / La Jornada, Cataluña: independentismo y cerrazón insostenible (12-9-2014)
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