... Sí, endeudados hasta las cejas, pero les sobra el dinero para
financiar el fascismo, que en la lamentable y patética versión actual
consiste en criminalizar a los más débiles de la sociedad (inmigrantes,
indigentes... ¡y hasta a los parados!, según la vicepresidenta del gobierno): el chivo expiatorio de todos los males en los que desahogar
nuestra frustración. Y en eso están. En vez de mirar para arriba, que es
donde habría que poner los focos, nos hacen mirar para abajo, justo en
la dirección opuesta.
Lecturas recomendadas
- Juan Laborda, La bomba de relojería de la deuda privada empresarial (12-10-2013)
No hay comentarios:
Publicar un comentario