El único apoyo que tiene en estos momentos el gobierno es el de la menguada oligarquía de este país: cuatro bancos y
media docena de empresas del Ibex. A cambio, el gobierno les está
regalando, literalmente, el país. Un precio muy alto es éste para
mantenerse en el poder.
El gobierno del PP ha derivado en una
cuasi dictadura de extrema derecha, si es que alguna vez el PP ha sido
otra cosa. La política de la extrema derecha es siempre invariablemente
la misma, en todas partes: robar a los pobres para dárselo a los ricos.
Condenar a la mayoría de la población a la miseria y el país a la ruina a
cambio de proteger y favorecer a una minoría oligárquica de
privilegiados. La ideología —cuando la hay—, sea la que sea, es sólo una
tapadera. Lo que importa es el expolio.
Cuando hace ya más de un año pedía la
dimisión del gobierno, sabía lo que decía, porque se veía venir. Ahora
sólo espero que pronto pidan también su dimisión quienes les votaron,
convencidos de que votaban a la "derecha".
Lecturas recomendadas
- José Antonio Gómez Hernández, Después de las elecciones, a mamarla (30-9-2013)
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