Crónica de una República anunciada: (Después del "debate".)

14 de junio de 2016

(Después del "debate".)

—¿El debate? Los dos partidos desahuciados se han dedicado a repartir bofetadas a base de bien para intentar arrebatar algún voto al PP y a Unidos Podemos, y mantener la cabeza a flote —dijo Pedro Barrantes—. Respecto a Albert Rivera, que ya empezó su campaña electoral en Venezuela, a donde fue para atacar a Podemos con la excusa de defender a un opositor y sin importarle meter a España en un conflicto diplomático, ha conseguido igualar al PP en cuanto a mentiras y difamación, lo cual muestra a las claras cuál es su adscripción ideológica. Da la sensación que Ciudadanos, el partido-dron de la oligarquía patria, va a recorrer en muy poquísimo tiempo el camino que el PP ha recorrido en años. Es más: según vayan las cosas en esa desquiciada Europa, puede que superen al PP y les veamos levantar el brazo en alto: ya apuntan maneras. Al fin y al cabo, el fascismo es en todas partes la última baza de las oligarquías.

—No me cabe ninguna duda —dijo Meneses— de que Pdr Snchz, que cada vez más tiene aspecto de fúnebre sepulturero del PSOE, apoyará al PP. Jamás el PSOE respaldará un gobierno de izquierdas: quien sueñe con eso tenga la completa seguridad que antes verá volar las vacas. Lo único que falta por ver ahora es qué excusa se inventarán para dar su apoyo al PP, aparte la consabida apelación a la "responsabilidad". Será todo un espectáculo ver a los diputados del PSOE abstenerse o votar en favor de la investidura de Rajoy Brey (u otro candidato cualquiera peor que él). Sin embargo, no creo que el PSOE entre a formar gobierno con el PP, a la alemana, como reclamaba entusiasmado González Márquez y algún otro de la vieja guardia no hace tantos días, aunque el nuevo gobierno del PP tendrá el apoyo parlamentario del PSOE en todas las cuestiones importantes, de manera que tendremos una "gran coalición" de hecho. El PSOE ata su suerte al PP, nada menos, un partido político corrupto e imputado en los tribunales, y que si en España funcionaran las instituciones debería ser disuelto, motu proprio o de oficio. En fin, este es mi pronóstico, que por otra parte estaba cantado antes del 20D. Todo este tiempo sólo ha servido para tratar de hundir a Podemos, sin ningún éxito.

—Pues aquí estaremos otra vez dentro de cuatro años —respondió Barrantes—. Para entonces la fruta podrida caerá del árbol por sí sola. Aunque, eso sí, nos robarán hasta la camisa y dejarán el país arrasado y con una deuda estratosférica. Eso sí será una herencia. Igualito que en Grecia después de los sucesivos gobiernos de Nueva Democracia y Pasok. Quizá sea eso de lo que se trata.

Conclusión: votar al PSOE es votar al PP. ¡Ojo!