30 de noviembre de 2018

(¡Es la monarquía, estúpido! - 2.)



TV3 a la carta / Els matins, Entrevista a Javier Pérez Royo (29-11-2018)

 Ángel Munárriz, Javier Pérez Royo: "Si Estrasburgo le ha dado amparo a Otegi, a los presos del procés ni te cuento. El juicio es una temeridad" (8-12-2018)




TV3 / FAQS, Iñaki Anasagasti: "El 3 de octubre a Felipe VI lo único que le faltó es salir vestido de militar" (2-12-2018)



Lo más importante que nos dirán las elecciones andaluzas es hasta qué punto llega el odio contra Cataluña, lo que equivale a decir hasta qué punto llega el fascismo en Andalucía, buen anticipo de lo que pueda dar de sí el fascismo en el resto de España. Y ya podemos prever que el resultado será bastante bueno, porque eso de señalar a un enemigo como el culpable de todos los males y en Andalucía hay muchos males ha dado siempre muy buenos resultados, en España y en todas partes, y más si ese enemigo ha sido señalado desde las alturas por el augusto dedo.

Desde luego, en ese sentido PP, C's y Vox se han empleado a fondo. Sería bueno conocer quiénes financian el fascismo en España. Tanta transparencia y estamos a oscuras. Sea como sea, la banda de delincuentes que mangonea España está convencida de que llevar a la ruina el país y liquidarlo a precio de saldo es un excelente negocio. No somos distintos a Argentina y Brasil.

Yo no sé si un día veré la III República concluyó Meneses—. Lo cierto es que hoy por hoy
estamos más cerca de ver la subasta del Museo del Prado y Andalucía convertida en una narco-comunidad autónoma, dos desgracias a la vuelta de la esquina. Quizá no seamos una República, pero sí seremos un reino fallido. Fallido y expoliado.

(2-12-2018, por la mañana)


Ahora es cuando Rivera les enseñará a pescar a los andaluces. 

(Vox.) 
Respecto de Vox, poco hay que decir. Nada que ver con la extrema derecha de Euroatlántida. Vox es monárquico, ultracatólico, ultraconservador, ultranacionalista y ultracasposo. ¿Qué tiene que ver eso con la extrema derecha europea? Nada. Más bien tiene que ver con el fascismo supremacista de Bolsonaro, si sustituimos la Iglesia evangélica brasileña por la católica y apostólica española. Vox es una pesadilla que, de momento, rebaña los votos de la gente desesperada, harta de los partidos políticos que no mueven un dedo si no es para enriquecer a la delincuencia de dentro y de fuera. Eso es lo único que tiene en común con el fascismo de por ahí. Se presenta como antiestablishment y es lo más carca, retrógrado y proestablishment que cabe. ProUSA, proOTAN, proUE, probanksters, proFMI. Forzando mucho la comparación, es el ultraconservadurismo católico de Antonio Maura en vaqueros de marca y zapatillas deportivas, pero no educado y culto como Maura, que podía mantener correspondencia con Pérez Galdós, sino hooligan, zafio, y con una buena dosis de matonismo falangista. En fin, vale. Al final, las banderas no se comen, ni la española ni ninguna.

Por lo demás, toda la derecha española mama de la misma teta. Otro punto en común con el fascismo de por ahí. 


Si ese es el futuro que nos espera en España sentenció Meneses vamos a retroceder no al franquismo, como temen algunos, sino a Atapuerca. Tuviera tan clara la quiniela. Pero ya he repetido otras veces que arruinar y hundir un país en la miseria es el mejor negocio para algunos delincuentes, esos mismos que financian el fascismo.

Por desgracia, hay mucha gente que está convencida de que todos los problemas se arreglan con mano dura apostilló Barrantes. Y eso es extremadamente peligroso. Porque la mano dura será siempre contra nosotros.




Esto es Vox: una máquina de sembrar el odio en la sociedad, contra inmigrantes, contra "podemitas", contra "separatistas", contra homosexuales, contra feministas... contra todos y cualquiera que no berree bien alto ¡Viva España! y sea católico integrista y monárquico. Sembrar el odio y la violencia en las calles y entre la gente para luego justificar la mano dura, que no es el recorte de derechos, sino la supresión lisa y llana de derechos y libertades. Si alguien no sabe qué es el fascismo, es exactamente esto.

Véase "Tú a mí no me tocas, porque soy una mujer española" (6-12-2018). 



 Sami Naïr, Qué hay detrás del discurso del odio (9-12-2018) y Lobos que aúllan el odio (17-12-2018)

Alberto Garzón, De la banalización del fascismo a la normalización de la extrema derecha (9-12-2018)



Imprescindibles
- Francisco Espinosa Maestre, Franco, Queipo, la Iglesia… y la España soñada (28-11-2018)
- Ignacio Escolar, Jugar con el fuego de la extrema derecha (2-12-2018) 
-  Sami Naïr, El porvenir del populismo neofascista (3-12-2018)  
- Ignacio Sánchez-Cuenca, Vox y nacionalismo español (5-12-2018) 
- Joaquín Urías, Un Constitucional en decadencia (4-12-2018) 
- Javier Pérez Royo, El discurso del rey (6-12-2018) y La herencia de Mariano Rajoy (17-12-2018)

Lecturas recomendadas
- José Antonio Martín Pallín, Franco, los obispos y el Valle (28-11-2018)
- Aleksandro Palomo Garrido, El secreto de la recuperación económica en España y su coste (28-11-2018)
- Ignacio Sánchez-Cuenca, La encrucijada del PSOE (1-12-2018) 
- Elvira Lindo, La fiesta de la banderita (2-12-2018) 
- Javier Pérez Royo, Doble perversió (2-12-2018), Un 28F invertido, TV3 a la carta / Tot es mou, Entrevista a Javier Pérez Royo (3-12-2018), Tres indicadores de crisis constitucional (5-12-2018) y La Sexta / Al rojo vivo, El análisis de Javier Pérez Royo sobre Andalucía: "O es Juanma Moreno, o hay repetición de elecciones" (6-12-2018), La vía eslovena (9-12-2018), Tamara García, Javier Pérez Royo: "Un compromiso de debilidades hizo posible la Constitución" (13-12-2018), Estado de excepción permanente (14-12-2018) y El Tribunal Supremo como juez de conveniencia (18-12-2018)
- Lola García, Las lágrimas de Boabdil (3-12-2018) 
- Jordi Barbeta, Lo que se nos viene encima (3-12-2018), Los grandes incendios se apagan con fuego (16-12-2018) y El encuentro de Torra con Sánchez, la protesta y la trampa (17-12-2018)
- Juan Domingo Sánchez, Andalucía: de como el fin de un partido-Estado engendra una extrema derecha (4-12-2018) 
- Enric Juliana, Las Cinco Llagas (6-12-2018), Voxitis (8-12-2018) y Barcelona, 21 de diciembre (16-12-2018)
- Braulio Gómez Fortes, Los de arriba no se pierden ni una fiesta de la democracia (5-12-2018) 
- Jaime Pastor, 40 años de la Constitución. Los frutos amargos del "consenso" (6-12-2018) 
- Miquel Ramos, Vox. Fascismo y responsabilidad compartida (6-12-2018) 
- Gustau Nerín, Sami Naïr: "Lo que ha pasado en Andalucía no es una casualidad" (16-12-2018) 

Otros temas
- Rafael Poch, El parte de la victoria (29-11-2018), Hacia una crisis de régimen en Francia (5-12-2018) y Una implosión triple y simultánea en el centro de la UE (11-12-2018)
- Manuel Castells, Medellín vive (8-12-2018) 
- Pauline Bock, La revuelta de los chalecos amarillos es el equivalente francés del Brexit (10-12-2018) 
- Pedro Altares, Ecos de los años treinta (16-12-2018) 
No hay que rebuscar demasiado los paralelismos. Cuando Bolsonaro dice que la izquierda en Brasil deberá elegir entre irse del país o el cementerio ("la cárcel" dice él, para que no le llamen lo que es), o que los brasileños no saben todavía lo que es una dictadura, no es ninguna broma. Señalar a enemigos como culpables de todos los males y la "mano dura" son dos características esenciales del fascismo, aquí y en Lima y en todo tiempo. Las pasadas elecciones andaluzas no tuvieron como protagonista a Andalucía ni a los andaluces, sino al odio al enemigo. Y ganó el odio. Echémonos a temblar en las próximas elecciones generales. ¿Y quién paga el odio? Porque Hitler no llegó gratis al poder (la primera fuente de financiación fueron préstamos de USA, y la segunda el expolio de los judíos), y Bolsonaro menos. Y si alguien paga es porque es rentable. Detrás del fascismo siempre está la delincuencia criminal: otro eco de los años treinta.

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