12 de julio de 2016

(Ojo.)

—La "izquierda" ha de saber también —dijo Meneses en respuesta al artículo de Íñigo Echenique— que España no es el Reino Unido (*), y que si salimos de la UE, o bien esta se va a hacer puñetas, que es el camino que lleva, en España tendremos una dictadura casi fijo. Quizá sea una "dictadura de cuarta generación", pero dictadura, y el canario en la mina que debería alertarnos es la liquidación del Estado de derecho. En realidad, ya llevamos recorrido un buen trecho en este sentido. Así pues, ojo. En España, al igual que en Grecia, la UE es una garantía de que la oligarquía patria (que cree que España es de su propiedad y por lo tanto con el derecho a hacer lo que le venga en gana) por lo menos mantendrá las formas. 

Pero, efectivamente —siguió diciendo Meneses—, ahora que han pasado las elecciones generales y que el PSOE parece haber encontrado por fin la manera de apoyar al PP sin que lo parezca, sino todo lo contrario, es el momento oportuno para plantear esos temas siempre tabús para la izquierda, y en los que el despiste a veces es notable (un ejemplo clamoroso: la participación de Pablo Iglesias en la campaña electoral de Syriza en septiembre 2015: "Tsipras es un león." Genial. Y al 61 % de griegos que votaron OXI en el referéndum de julio, que los zurzan). Pero debemos poner atención, no sea que en vez de un Lexit tengamos un Rightxit inesperado.

(*) ¿Alguien se imagina sanfermines en Newcastle, o entierros multitudinarios de un torero como el de Sepúlveda, en Brighton? "Tradiciones", dicen. Tradiciones como hacer las maletas y emigrar para no morirse de hambre. Sí, ambos Reino Unido y España somos "reinos", pero no nos engañemos: hay un abismo cultural. Y no es mi intención sacar a relucir por enésima vez la "España negra", pero los hechos son demoledores: el partido político más corrupto de Europa —y el gobierno más nefasto y tóxico desde Fernando VII— gana otra vez las elecciones, y sin que nadie haya dimitido ni vaya a hacerlo. Es más: un ministro del Interior que en Katanga ya habría sido cesado, se pasea junto al presidente en el balcón electoral. Cada cual sacará las conclusiones que quiera, pero entre España y Turquía apenas hay distancia, y entre España y el Reino Unido hay mil años luz. Ese es precisamente el problema de "Europa", pero, sobre todo, el de España. En el Reino Unido no se tolera la corrupción, y en España no se tolera la decencia, la cual es perseguida de manera brutal.

 


Lecturas recomendadas
- Íñigo Echenique, Another Europe is possible—another EU is not (11-7-2016) 

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