1 de noviembre de 2017

(Ese "algo oscuro".)

"hemos descubierto ... algo oscuro en el alma política de este país que hubiéramos preferido no ver" (John Carlin).


1.

Lo que ha descubierto John Carlin es el nacionalismo fascista español, el nacionalismo dogmático de la España Una e Indivisible. El cual tuvo su origen en la dictadura protofascista de Primo de Rivera, lleva cien años en activo y no parece que vaya a desaparecer. No ha desaparecido con la democracia entre otras razones porque está consagrado de modo inamovible en el artículo 2 de la Constitución de 1978. Ese "algo oscuro" es el nacionalismo fascista que algunos creíamos extinguido, y que Rajoy Brey y la camarilla explotan de manera irresponsable para tapar la corrupción y en beneficio de sus intereses electorales, o los de Ciudadanos y el PSOE, es decir, los partidos del Frente nacional-constitucionalista al servicio del Régimen.

España no es una nación, no pudo serlo cuando se constituyeron las naciones de nuestro entorno en el siglo XIX. No lo permitió la monarquía absolutista española, y los revolucionarios nacionalistas españoles vivieron todo el siglo en perpetua persecución y en el exilio, de aquí para allá, entre Londres y París, y Madrid y la cárcel o fusilados. Cuando la derecha española se decide por fin nacionalizar España, ya bien entrado el siglo XX, es justo cuando con la Primera Guerra Mundial se cerró definitivamente la posibilidad de crear más naciones. Se acabó el siglo XIX y los Estados-nación. El nacionalismo español llegó tarde para crear la nación española, que solo existe en el art. 2 de la Constitución. Y ello a pesar de los 40 largos años de adoctrinamiento nacionalista intensivo bajo la dictadura de Franco. Pero aun así el nacionalismo español llegó para quedarse. Es un nacionalismo sin nación, pero tan nacionalismo como cualquier otro.

El nacionalismo español apareció a destiempo y como reacción a los nacionalismos vasco y catalán (que sí surgieron a su tiempo en el siglo XIX), y en especial contra este último. Esa es una de las claves del nacionalismo español, que lo hacen tan peculiar: es un nacionalismo reactivo. Sólo funciona a la contra. Especialmente a la contra del "separatismo catalán" (Primo de Rivera). El anticatalanismo es el catalizador del nacionalismo español. Sin anticatalanismo no hay nacionalismo español. Eso no lo ha descubierto ahora Rajoy Brey: viene de lejos y el primero en ponerlo en práctica fue Primo de Rivera en los años 20 del siglo pasado. Aznar, el que se cargó el Estatut de Cataluña por medio del Tribunal Constitucional y por ende el Estado autonómico, sabe mucho también de eso y de anticatalanismo. Un Aznar que se ha pasado la vida agitando el espantajo del "España se rompe", y desde luego si no se ha roto España después de semejantes agresiones contra Cataluña y el País Vasco, es porque debe ser prácticamente irrompible. Sin embargo, veremos si con Rajoy Brey no se acaba rompiendo, porque todo tiene sus límites. En resumen: solo contra Cataluña se inflama hasta los topes el nacionalismo fascista español, y ahí es donde estamos.

Digo "fascista" porque no hay otro nacionalismo español (y si me repito, pido disculpas). No me cansaré de insistir: el nacionalismo de hoy es el mismo que el de Primo de Rivera y acuñado doctrinalmente en los años de su dictadura, el de la Falange de José Antonio y el del franquismo, y este es el mismo nacionalismo de Aznar, el de Rajoy Brey y el PP, el de Rivera y C's, Pdr Snchz y el PSOE, Josep Borrell, Alfonso Guerra y el de cualquier nacionalista español. Es por eso que todos ellos pueden ir detrás de la misma pancarta en la misma manifestación. Pablo Iglesias debe hilar muy fino en esas cosas, no vaya a añadirse a la lista. Es el nacionalismo de la España Una. No hay otro. Tanto es así que en esos días de exaltación nacional y patriótica hemos escuchado por las calles berrear muchos ¡Viva Franco! y ¡Arriba España!, hemos visto levantar el brazo en alto y cantar el Cara al sol en el centro mismo de Madrid. También hemos visto el terror de la violencia fascista en las calles de algunas ciudades. Hemos visto todo lo que no veíamos en décadas y ya no creíamos posible, porque creíamos que España era una democracia. Ese es el nacionalismo español, ese "algo oscuro" que juzgábamos desaparecido pero que no desaparecerá y menos mientras siga consagrado en el art. 2 de la Constitución (ver el post "El dogma infranqueable: la unidad de España").

Por cierto, la reforma constitucional que pergeñan PSOE, PP y C's, necesariamente será una reforma involucionista, para reforzar aún más si cabe el carácter antidemocrático de la Constitución de 1978 y remachar el Estado unitario y centralista, borrando definitivamente eso de "nacionalidades" del art. 2, que siempre se le ha atragantado al PP. Demos gracias si no regresamos al Fuero de los Españoles, porque el NO-DO ya lo tenemos, y estamos a un pelo de reeditar el Tribunal de Orden Público y los presos políticos.
 


2. 

El Banco Central Europeo ha desbaratado los planes de la camarilla de arrasar Cataluña por medio del art. 155. Lo que en el discurso de Rajoy Brey en el Senado, por la mañana del día 27, era elecciones autonómicas dentro de seis meses, o para cuando se regresara a la "normalidad", es decir, cuando no quedara ni rastro de nacionalismo en Cataluña, luego por la tarde, en la comparecencia de prensa después del Consejo de Ministros, se cambió por elecciones el 21 de diciembre. El art. 155 fue cambiado por elecciones autonómicas inmediatas. Todo gracias a san BCE, por lo menos esa es mi hipótesis. El BCE ha obligado a la camarilla a regresar a la "normalidad" en 55 días.

Para algo positivo tenían que servir los bancos. Son quienes marcan realmente las líneas rojas a los disparates de algunos dementes. El plan inicial de la camarilla, de intervención sine die de Cataluña, era un disparate absoluto. Hubiese llevado el país al completo desastre en poco tiempo. Como dice gráficamente Joan Josep Nuet (EUiA / Catalunya en Comú) en la entrevista: "Aplicar el 155 siempre ha sido el sueño húmedo del PP." El plan inicial de arrasar Cataluña da la medida exacta de hasta qué punto están locos de atar quienes manejan el poder en España, y lo difícil que será enviar esos dementes a un establecimiento para alienados. Obviamente, san BCE no está dispuesto a que una pandilla de dementes, chiflados de la España Una, hunda los bancos de media Europa. Ahora muchos respiramos aliviados, pero ¿qué viene a continuación?

Lo que viene a continuación es que la camarilla sigue a piñón fijo. No sabe hacer otra cosa, ni se le ocurren más ideas. Nunca se habían visto tantas banderas españolas y cabe presumir que seguirán con su guerra de acoso contra Cataluña hasta donde puedan o hasta que nos aburramos todos. Una guerra que sirve para tapar la corrupción, para que no se hable de los problemas reales (estamos en bancarrota), y les da votos. Ese es el futuro. Este es el plan del Frente nacional-constitucionalista de PPSOE-C's que sostiene al Régimen corrupto, y cuya única no-política es la represión policial y judicial, y el disparatado regreso al Estado autoritario y centralista. Veremos lo que aguanta.



Iñaki Gabilondo tiene toda la razón. Se ha producido la situación que alertaba en un post anterior: la escisión social en Cataluña tiene como consecuencia que el problema de Cataluña sea insoluble desde Cataluña. La declaración de independencia ha agravado el problema, sellando esa escisión. Ya no hay espacio político más que para la confrontación independentismo/unionismo.

La solución ahora al conflicto de Cataluña solo puede venir desde España. Una solución que necesariamente habrá de ser política, y en primer lugar debería tenerse en cuenta la posibilidad de un referéndum acordado, tal como reclama una gran mayoría de catalanes, y es la vía que se ha seguido en otras democracias para resolver situaciones complejas similares. Complejas porque afectan a la soberanía. Ahora bien, mientras siga el PP en el gobierno, con su fundamentalismo de la España Una, olvidémonos de ningún atisbo de solución política: solo habrá confrontación, conflicto, pirómanos echando más gasolina. Más de lo mismo. El PP, y más contando con el apoyo del PSOE y C's, es inepto para la política. Solo ve un problema de legalidad y orden público. La derecha española no da más de sí. Conclusión: el conflicto de Cataluña se va a cronificar, y ello, además de afectar a la convivencia en Cataluña, y entre esta y el resto de España y viceversa, va a afectar de manera importante a la economía española, como ya están alertando diversas agencias y organismos.

Dicho esto, espero y deseo que el espacio de diálogo propuesto por el partido Catalunya en Comú, con Xavi Domènech al frente, consiga abrir una brecha importante que rompa la fatal polarización entre independentismo/unionismo.


Lecturas recomendadas
- John Carlin, Desde Londres con amor (1-11-2017)
- Sato Díaz, Joan Josep Nuet: "Aplicar el 155 siempre ha sido el sueño húmedo del PP" (1-11-2017)
- José Antich, Un grito llamado libertad (1-11-2017) 
- Iñaki Gabilondo, ¿Sólo autonómicas? (2-11-2017) 
- Alejandro Torrús, Cuando la extrema derecha ocupa el centro sin que salten las alarmas y Nacho Valverde, Quién está detrás de las asociaciones que han sacado a la calle a miles de ciudadanos por España y por Cataluña (2-11-2017)

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