—Habría que hacer un "test de temblor de piernas" a
los políticos antiausteridad que tengan aspiraciones de poder —dijo
Meneses—, y caso de resultar positivo, aconsejarles otra dedicación
antes de que la líen. Muy bien por Teresa Rodríguez, que a lo mejor no
quiso señalar a nadie, pero su advertencia no puede ser más oportuna.
Vamos a decirlo al revés para que se
entienda: o se trabaja para el Capital o se trabaja para la gente, que
es trabajar para nosotros y para el futuro. No hay "terceras vías" ni
narices. Hoy día, en todas partes, conservadores y socialdemócratas
tienen claro para quién trabajan: ellos y los medios de comunicación
del establishment son un ejército global de mercenarios al
servicio de su amo, que paga a gusto sus gansadas y mentiras —con
cuentas opacas en paraísos fiscales y puertas giratorias—, porque justo
lo que sobra es dinero. ¿Cómo nos va a representar esta cáfila de
rateros? El problema es que tengamos claro nosotros en qué lado estamos.
Así de simple.
Esperemos que Podemos, con tanto "juego
de tronos" y obsequios al rey —sentenció Meneses—, no acabe como el
Partido Reformista de Melquíades Álvarez, que a los dos años de su
espectacular arranque consiguió defraudar a toda la intelectualidad de
la época. No se puede repicar campanas y andar en la procesión.
Lecturas recomendadas
- Alejandro Inurrieta, A Tsipras le tiemblan las piernas (23-8-2015)
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