9 de agosto de 2016

(Golpe de Estado ultrablando, o el estúpido y extraordinario caso de la no investidura del no candidato.)

—Lo dicho sobre Brasil en el artículo del teólogo brasileño Leonardo Boff —apuntó Meneses— es perfectamente aplicable a España: el viejo régimen, las élites corruptas que vienen mangoneando a sus anchas en este país desde 1939, no quieren quitarse de en medio, sino todo lo contrario, fosilizarse en el poder, mientras que la nueva España, esa marea de nuevos ciudadanos españoles que están hartos de corrupción y desean vivir con dignidad en su propio país, carece todavía —aparentemente— de la suficiente fuerza para desplazar del poder a la caduca y vieja España de rapiña. Y en esas estamos.

Mientras, Rajoy Brey, el presidente más sobrecogedor de nuestra democracia, parece dispuesto a tomarnos el pelo a todos: ¿se puede saber cuándo decidirá presentarse a la investidura? ¿Cuando le dé la gana, o cuándo? El asunto alcanza ya dimensiones de tomadura de pelo nacional en toda regla: primero, tomadura de pelo al mismo rey, y luego a todos los demás pacientes ciudadanos que aguardamos estupefactos a que Rajoy Brey se decida de una vez, si es que piensa hacer un alto en sus vacaciones. Porque en ese plan, con gobierno en funciones y a la espera de fijar una fecha para la dichosa investidura, nos podemos pasar los próximos 20 años: desde luego, sería el golpe de Estado más original y estúpido desde que el mundo es mundo. Ríete de Brasil.

Año 2040. Noticias.
Cambio climático.
La temperatura alcanza los 60 ºC. El metro cuadrado de sombra se paga a 10.000 euros en algunas zonas de interior. Y en el litoral, también.


Investidura. Rajoy Brey ha decidido finalmente no presentarse a la investidura. Algunos ciudadanos entre los más inquietos se preguntan qué es eso de la investidura. Otros ni siquiera saben quién es Rajoy Brey. "¿'Presidente en funciones', ha dicho usted? ¡Ah! ¿el de 'España en serio'? Ya, ya caigo..."



(Operación blanqueo del PP.)

Escritas estas líneas Ciudadanos ha lanzado con gran pompa y solemnidad la "operación blanqueo del PP", como ha dicho Echenique. Es un show más de los partidos del régimen, que ya no saben qué más hacer para salvar la cara. Hasta González Márquez, el egregio socialista de Suresnes, ha dicho que la propuesta de Ciudadanos era tan responsable, así que figúrate. En fin, Unidos Podemos hace bien en mantenerse al margen de estos shows terminales del régimen.

De todas maneras, según Meneses, las condiciones para "blanquear" en serio al PP serían estas tres:

1) Devolver hasta el último céntimo del dinero robado por todos los cargos públicos del PP, desde Rajoy Brey hasta el último concejal del PP del último ayuntamiento del país. Ello también incluye devolver bolsos, trajes, áticos en la costa, Jaguars, y un interminable etc.

2) Disolver el PP y apechugar con todas las causas judiciales pendientes y las que vengan.

3) Finalmente, Meneses propone también refundar el partido como partido político estrictamente conservador, alejado tanto de la delincuencia común como del fascismo ("franquismo", para los hinchas locales). Condición ésta muy dura, pero no imposible de cumplir, incluso en España.

Eso sí sería un blanqueo "como Dios manda", además de auténtica "responsabilidad de Estado", y no la bobada de condiciones de Ciudadanos, un simulacro de lavado de cara al partido político más pringado y corrupto de Europa, dicho sea eso sin ánimo de chafarles la guitarra a Ciudadanos y su firme determinación de darnos lecciones de todo a todos, además de enseñarles a pescar a los andaluces. ¡Ah! Y la fecha para la investidura, fijarla en la próxima semana, que ya está bien la tomadura de pelo. Además, ardo en deseos de ver cómo los diputados del PSOE se abstienen en la votación. Y donde dije digo, digo Diego, etc.

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