17 de agosto de 2016

(La investidura ya tal.)

Además, el no haber fijado todavía una fecha para la investidura, ¡20 días después del encargo del rey!, es una auténtica tomadura de pelo. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, está obligada por mandato constitucional (art. 99) a fijar una fecha para la dichosa investidura, a ser posible en este mismo siglo... Es que la negociación de los partidos para formar gobierno debió de haber sido ¡antes! del encargo del rey, no después. Precisamente el rey encarga la formación de gobierno al candidato que puede formar gobierno, y no a cualquier candidato que se le ocurra, y por lo tanto entre ese encargo y la investidura no debería de haber ninguna dilación. Claro que los "padres de la Constitución", ni Miquel Roca, ni Fraga ni Peces-Barba, podían ni imaginar que algún día habría un presidente en funciones pegado con cola a la Moncloa, arañando días, semanas y hasta meses de prórroga, a ver si en el ínterin san Fulgencio le otorga el milagro de un gobierno de coalición u otra mayoría absoluta.

En fin, esto sí es hacer el ridículo. ¡Pero es que ya ni salimos en la prensa internacional! Lo mismo que en los tiempos de la democracia orgánica. Con un billón de deuda, sin gobierno y mareando la perdiz ad infinitum, puro estilo Rajoy Brey, y manoseando y deteriorando las instituciones porque me da la gana. ¡Un lujo! ¿Y a eso el PP le llama seriedad? Apaga y vámonos.

Lecturas recomendadas
- Iñigo Sáenz de Ugarte, Un país secuestrado por un mentiroso (18-8-2016)

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