—Se puede ser fascista y no ser idiota —exclamó Meneses—. Es lo que viene a decir el artículo del Süddeutsche Zeitung.
Por ejemplo, ya antes de la muerte de Franco, hasta los más
recalcitrantes del "búnker" franquista tenían claro que había que ir a
un Estado democrático parlamentario y ganar las elecciones, y más claro
lo tuvieron después del asesinato de Carrero Blanco. Pero los de ahora,
no. Los de ahora pretenden gobernar a base de guardia civil y represión
judicial sistemática. Sea para tapar el propio océano de corrupción del
partido, sea para destrozar Cataluña, del Estado de derecho y de la
separación de poderes ya no queda ni el recuerdo. En cuanto al
desacreditado Tribunal Constitucional, sería más práctico que trasladara
su sede a la Moncloa, como dijo Turull. Es el legado de Rajoy Brey. Ni
Primo de Rivera fue tan insolvente, a pesar de que entonces no había
prima de riesgo ni España debía un billón de euros.
Pablo Iglesias dijo que Rajoy
Brey pasaría a la historia como el presidente de la corrupción. Yo digo
que pasará a la historia como el presidente de la corrupción y de la
absoluta inepcia política. Las dos cosas. Y además sospecho que hasta
Rajoy Brey estaría de acuerdo con eso último, porque: política, ¿para
qué?
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