2 de agosto de 2017

(Se puede ser fascista y no ser idiota.)

—Se puede ser fascista y no ser idiota —exclamó Meneses—. Es lo que viene a decir el artículo del Süddeutsche Zeitung. Por ejemplo, ya antes de la muerte de Franco, hasta los más recalcitrantes del "búnker" franquista tenían claro que había que ir a un Estado democrático parlamentario y ganar las elecciones, y más claro lo tuvieron después del asesinato de Carrero Blanco. Pero los de ahora, no. Los de ahora pretenden gobernar a base de guardia civil y represión judicial sistemática. Sea para tapar el propio océano de corrupción del partido, sea para destrozar Cataluña, del Estado de derecho y de la separación de poderes ya no queda ni el recuerdo. En cuanto al desacreditado Tribunal Constitucional, sería más práctico que trasladara su sede a la Moncloa, como dijo Turull. Es el legado de Rajoy Brey. Ni Primo de Rivera fue tan insolvente, a pesar de que entonces no había prima de riesgo ni España debía un billón de euros.

Pablo Iglesias dijo que Rajoy Brey pasaría a la historia como el presidente de la corrupción. Yo digo que pasará a la historia como el presidente de la corrupción y de la absoluta inepcia política. Las dos cosas. Y además sospecho que hasta Rajoy Brey estaría de acuerdo con eso último, porque: política, ¿para qué?

Lecturas recomendadas

No hay comentarios:

Publicar un comentario