Al bueno de Jeffrey D. Sachs podríamos decirle: tranqui, habrá
reestructuración de la deuda griega. Eso ya está pactado y acordado
entre Obama/FMI, Merkel y Tsipras (véase conversación telefónica de
Obama con Merkel y Tsipras, 7 julio, dos días después del referéndum
griego). Precisamente el señuelo de una prometida y anhelada
reestructuración de la deuda (¡ojo!: a cambio de permanecer en el euro,
condición sine qua non para USA) es por lo que Tsipras ha
aceptado el tóxico tercer rescate de 12 de julio, íntegramente redactado
por el siniestro Wolfgang Schäuble, que no se ha olvidado de incluir
una vergonzosa e inaceptable reedición de la Treuhandanstalt en
la p. 4, lo cual debería sacar los colores de la cara al electorado
alemán si no estuviera tan ahíto de forraje nacionalista (ver aquí: Euro Summit statement, Brussels, 12 July 2015, y ver anotaciones de Varoufakis aquí).
Sin embargo, el problema no está ahí: aunque hubiera una anulación del
100 % de la deuda griega, Grecia seguiría sin levantar cabeza, porque
son los recortes y las depresivas medidas de austeridad los que hunden
el país e impiden que salga del pozo. Y en el tóxico tercer rescate va
doble dosis de austericidio (de "fiscal waterboarding" lo califica
Varoufakis). Por lo tanto, aunque haya reestructuración de la deuda
griega, que la habrá, el
tercer rescate es ya un fracaso: más de lo mismo que los anteriores y
aumentado, es decir, patadón adelante, y dentro de unos meses estaremos
donde estábamos pero el país más hundido y con más deuda. Y todos más
cabreados en Europa porque los ciudadanos habremos tenido que aflojar de
nuestros bolsillos 86.000 millones de euros para nada. Pero aquí quien
manda es el IV Reich y si no te gusta ¡ojo! que ya ves cómo las gasta.
Lecturas recomendadas
- Jeffrey D. Sachs, Germany, Greece, and the Future of Europe (20-7-2015)
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