—Igualito que Pdr Snchz. Lo peor es que Corbyn va a tener a su propio partido en contra.
—Hoy día, cualquier político que de verdad lo sea, y no un
mercenario, necesariamente tendrá a su partido en contra. Lo
importante es que tenga a su favor la calle.
—...Y llámennos populistas...
—Habrían de salir Corbyns en todas partes como las setas
—intervino el radical Pedro Barrantes, que algunos tenían por aragonés o
valenciano, pero no, era extremeño, y de Alcántara, por más señas—.
Por lo menos servirían para dejar en evidencia a la casta de mercenarios
y dejarles con el culo al aire. —Apuró la cerveza, y concluyó—: Los
partidos políticos están en camino de extinción a corto plazo, y serán
sustituidos por la autoorganización social, mucho más democrática y
eficaz, y menos corrupta. ¿No era éste el viejo sueño anarquista? Pues
parece que a ello vamos.
—¡Digo! Esperemos que haya billete de ida y vuelta... —terció
Zacarías, siempre tan temeroso, hasta de su sombra. Andando el tiempo
acabó como redactor de El Debate.
Lecturas recomendadas
- Pablo Guimón, Corbyn: el candidato accidental que asusta a la socialdemocracia europea (10-9-2015)
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