—En todas partes —comentó Meneses— los chorizos suelen envolverse en la
bandera nacional, y cuanto más grande la bandera, más suele ser lo
robado. Eso vale para todos los países y para todos los nacionalismos, y
no es un hecho de ahora, sino de siempre. Pero en España esto es
crónico. Hasta tal punto que cuando alguien me dice que es patriota,
salgo corriendo. Quizá los primeros que deberían denunciar esta
impostura son los patriotas sinceros, que también los hay. O, por lo
menos, dejar de votar a los chorizos, que ya es el colmo.
Lecturas recomendadas
- Alejandro Quiroga, El PP como partido antiespañol (24-9-2015)
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