10 de noviembre de 2016

(Trump.)

—Como dice el refrán: "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar". Esto va dedicado a la banda de delincuentes que mangonean esa Unión Europea y que se ha hartado de machacar a la población, lo mismo que en USA, y a veces a países enteros (recordemos a Grecia). Pues bien, como ha señalado alguien, si el populismo no encuentra una salida por la izquierda, encontrará una salida por la derecha. Y si no es Trump será Trimp. Y es que la gente, maltratada, humillada y robada, está más que harta en todas partes. Y "tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe". Y vale de refranero.

Dicho esto —concluyó Meneses—, lamento profundamente que el Partido Demócrata no apoyara como candidato a Bernie Sanders en lugar de Hillary Clinton. ¡Tremendo error! Y es que las mafias que llamamos establishment son excelentes para el expolio, pero un desastre político garantizado. Cabe pronosticar que lo mismo ocurra en Europa. Trump y la ultraderecha en Europa son el resultado, nada sorprendente, de unas élites ciegamente depredadoras y unos dirigentes políticos ineptos, corruptos, mercenarios y, por encima de todo, irresponsables. Las sociedades civiles hemos de echar del poder a esos políticos, pero no por la derecha, como Trump, el Frente Nacional de Le Pen o Alternativa para Alemania, sino por la izquierda, como Bernie Sanders, Corbyn o Unidos Podemos. Y si esto no es así, el que sepa rezar que vaya rezando. Por cierto, en España no debemos preocuparnos porque aquí ya tenemos a nuestro particular Trump, el de "un vaso es un vaso", el de "los españoles muy españoles y mucho españoles", y sobre todo el "¡que se jodan!" dirigido a la chusma: puro Trump 100 %.

Por último: los populismos de extrema derecha son la última baza del Capital: están para acabar con la democracia y los Estados de derecho, que nadie se engañe. Ahí es donde se da la conexión con los años 30 del siglo pasado. Mal asunto. En España, ese ovni anómalo, parece que hemos retrocedido un pelín más atrás, a los años 20 de Primo de Rivera, la Unión Patriótica y su "España Una, Grande e Indivisible". Todo sea para bien. Y es que en España la derecha tiene tanta imaginación como el mosquito del zika, es decir, cero: su impotencia política es secular y no tiene fisura, de manera que su única receta ha sido siempre la misma: convertir los conflictos políticos, sean los que sean, en problemas de orden público, que es lo único inteligible para la derecha patria, y además da votos. Y así nos va a todos.

http://www.pagina12.com.ar/diario/principal/index.html


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