—"El gobierno [...] tiene sin estrenar otra de sus
capacidades, la más específica, la del diálogo político" (Iñaki
Gabilondo). No puede. La derecha española, desde los tiempos de Maura,
es impotente para la política. Negada cien por cien. Lo suyo es el
"ordeno y mando" y reducir todos los problemas a problemas de orden
público. El propio Rajoy Brey no es más que un cabo chusquero que lo
remite todo al cumplimiento estricto de las Ordenanzas, lo que él llama
"la ley". Es una derecha cuartelera. Su enseña es el "¡Se sienten,
coño!". Y menos mal que los bancos y algunas empresas del Ibex le traen
los decretos listos para publicar en el BOE. La política no existe para
la derecha española. Además, política, ¿para qué? El PP debe disolverse
—concluyó Meneses—, que tampoco ha sido nunca un partido sino más bien
una partida, y hay que fundar un partido conservador como es debido, es
decir, alejado tanto de la delincuencia común como del fascismo
("franquismo", para los hinchas locales).
El gran fracaso de la
democracia española, que pasará a la historia, es que el PP no haya sido disuelto, de lo cual todos somos responsables, desde los demás partidos políticos, el Poder Judicial y, en primer lugar, la propia sociedad española (ver el post "Día sí, otro también, el PP seguirá hundiéndose sobre la cabeza de Rajoy Brey").
Lecturas recomendadas
- Iñaki Gabilondo, ¿Enfriará o calentará? (14-9-2017)
- Ramón Cotarelo, Últimas noticias sobre la dictadura (14-9-2017)
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