27 de octubre de 2017

(La camarilla y el 155.)

El comportamiento de la camarilla que ocupa el poder (desisto de llamarlo gobierno) es tan irracional que escapa a mi comprensión. A tanto no llego. ¿Cuáles cree la camarilla que serán las consecuencias de la aplicación del art. 155 en Cataluña, sean cuales sean las "medidas" que se adopten? Porque un sujeto racional debe prever las consecuencias de sus acciones. ¿Qué prevé la camarilla que ocurrirá en Cataluña? No hay que ser Nostradamus para pronosticar: 

Una conflictividad social sostenida y en proporción directa a la represión que a la camarilla se le ocurra desencadenar en Cataluña. Sin excluir violencia por las dos partes. Habrá más de otro 1 de octubre. Seremos portada y abriremos telediarios hasta aburrir los medios de comunicación del orbe mundo. Además, una conflictividad inmune a leyes mordaza, piolines, multas, palos y detenciones. Al contrario, lo previsible es que a cuanta más represión, más follón. Dicen que en Cataluña hay 7,5 millones de habitantes, así que vaya calculando el ministro reprobado Zoido la de piolines necesarios para atender los conflictos.

La economía de Cataluña se verá seriamente afectada. No hay economía que aguante un período tan prolongado de grave conflictividad social. Y evidentemente ello acabará por repercutir en la economía española. La economía catalana no es solo el 20 % del PIB de España, es el "motor" de la economía española. Todo eso está cantado. A no ser que la camarilla piense ejercer en Cataluña una represión a lo bestia como en Turquía, con decenas de miles de detenidos y encarcelados (todos ellos, evidentemente, por delitos de "terrorismo" y contra la seguridad del Estado: en las dictaduras no se andan con rodeos, aquí ya vamos ensayando) y acabar en cuatro o cinco meses hasta con el último disidente en Cataluña. Nueva "paz de los cementerios" y listo. Seguro que a alguien ya se le ha ocurrido porque en el gobierno están sobrados de genios... Y todo esto en un país con un billón de deuda pública, mientras san BCE ya ha anunciado el recorte a la mitad en la compra de deuda. Es espectacular.

¿Es eso lo que pretende la camarilla? Reconozco que me supera. Una cosa es incendiar Cataluña para tapar la corrupción, inflamar el anticatalanismo en el resto del país y azuzar la Bestia del nacionalismo español (todo un clásico de la extrema derecha patria cuando se le ocurre hacer algo que no sea robar), todo ello con el noble fin de arañar unos votos en las próximas elecciones, y otra cosa es hundir la economía catalana, y veremos qué ocurre con la española. Y el remate es que este programa ¡A por ellos! es el de un partido con 900 imputados por corrupción, imputado el propio partido, y ¡5 ministros 5! y un Fiscal General reprobados por el Congreso de los Diputados. Y el PSOE apoyando.

Evidentemente, el Estado tiene capacidad suficiente para arrasar Cataluña y convertirla en Zimbabue. Incluso en una especie de "zona de ocupación", con militares apostados a la entrada de la Diagonal registrando los vehículos que entran y salen de Barcelona, etc. Total, he aquí la situación: una camarilla dispuesta a cargarse una Comunidad Autónoma que es el principal sostén de un Estado en quiebra. Y la Unión Europea ya ha dicho su última palabra: si somos tan idiotas como para suicidarnos, convertir España en un Estado fallido y hacer compañía a Grecia, allá nosotros. Ellos encantados: uno menos.

No sé cómo todavía hay gente con humor para seguir analizando lo que ocurre. Mi conclusión definitiva es que en España el poder está en manos de un puñado de dementes. Fundamentalistas alucinados y locos de atar.

Aún no he escuchado la arenga guerrera de Rajoy Brey en el Senado, pero ya tal. Dice que quiere "salvar Cataluña". De momento se está salvando él de disolver el PP.

Por su parte, el Parlament ha culminado el desastre, y si había alguna comprensión hacia Cataluña en los medios internacionales ahora ya no habrá ninguna. Estupidez máxima por parte del gobierno del Estado y estupidez máxima por parte del gobierno de Cataluña. El lamentable enfrentamiento entre las dos derechas ha acabado de la peor manera de todas las posibles. Fin.


El próximo capítulo, que acaba de iniciarse, lleva este título: el derrumbe del Régimen corrupto y delincuente. 


Desde Rajoylandia. Lo último
En su discurso al Senado esta mañana, Rajoy Brey ha dicho que se celebrarían elecciones autonómicas en Cataluña en un plazo máximo de seis meses. Apenas unas horas después, en su comparecencia después del Consejo de Ministros, acaba de decir que las elecciones se celebrarán el 21 de diciembre (!). Las cosas cambian con tal velocidad que uno va al aseo bajo una monarquía y sale del aseo con una República declarada. Sin duda alguien (¿quién?) (*) ha aconsejado a Rajoy Brey el Sensato que la crisis de Cataluña no puede mantenerse abierta por seis meses, o por tiempo indefinido (?), que eso es un disparate, y que hay que cerrar la crisis cuanto antes. Aquello de la "vuelta a la normalidad", etc. Desde luego, es lo más sensato que se ha dicho en los últimos meses. Todo un prodigio. Ahora bien: elecciones, ¿qué elecciones? ¿Con qué partidos? ¿Con qué programas? ¿Qué "normalidad"? ¿Con los dirigentes de algunos partidos en la cárcel acusados de rebelión, que se añadirán a los dos ya encarcelados por sedición? Un misterio. Confieso que no entiendo nada. Creo que nos estamos adentrando en un mundo surrealista, fantástico, otra dimensión... Si ves un elefante rosa volar por el cielo, no te asombres, es todo normal. 

Es para preguntarle a Rajoy Brey que defina "normalidad", y si es que incluirá solo a PPC, PSC y Ciutadans (hace unos días Inés Arrimadas se proponía como presidenta de la Generalitat... o Generalidad), o quizá incluirá a alguien más... En fin. 

Y eso que aún no he formulado la pregunta-bomba: ¿cómo son posibles unas elecciones autonómicas en una República independiente? Eso es de máster.

(*) Cada vez estoy más convencido de que entre el discurso en el Senado de esta mañana y la comparecencia de Rajoy Brey después del Consejo de Ministros esta tarde, ha habido una "mano negra" que ha cambiado radicalmente el plan de intervención en Cataluña: de duro, de derrota total y sumisión incondicional de los indígenas catalanes al Imperio, a light. Alguien de peso (hint: ¿san BCE?) ha visto el disparate y ha llamado al orden: elecciones el 21 de diciembre. Punto. Vuelta a la "normalidad" ya. Ahora bien, veremos qué elecciones y qué "normalidad". 

Mañana será otro día, porque aún puede haber más sorpresas. Ya puestos... De todas maneras, tendremos Virreinato, jaleo y lío para bastantes semanas. 


—¡Con lo fácil que era convocar un referéndum acordado y ganarlo! —exclamó Aquilino.


"¿Hay quien dé más?" Genial el artículo de Javier Pérez Royo, ¡Qué bonita es la política! Efectivamente, después de 10 días de vértigo, de vueltas y revueltas y de un disparate tras otro, con un poco de suerte, si no nos cae un meteorito encima, el día 22 de diciembre estaremos más o menos donde estábamos el 26 de octubre, es decir, antes de la DUI y el 155. No hay quien lo iguale. En apenas 10 días habremos tenido, en apretado resumen: una I República catalana de 6 segundos y una no-declaración de independencia, una tanda de Imperiales Requerimientos como hacía siglos que no se veían, dos presos políticos, una II República interruptus de 3 días, un súper art. 155 equivalente a una declaración de guerra, pero rectificado a las 8 horas por un mini art. 155 light con fecha de caducidad al mes y medio, un Govern cesado, un Parlament disuelto, una convocatoria de elecciones (!) y finalmente una Virreina de Cataluña por 55 días. Insuperable. El que se aburre es porque quiere.

Sin embargo, el día 22 de diciembre no será exactamente un regreso a la casilla de salida. Habrán cambiado muchas cosas, especialmente debido a la declaración de independencia. Pero esto es otro post.
 
Lecturas recomendadas
- Javier Pérez Royo, El peor 155 posible y "Porque me da la gana" (27-10-2017), La sangre no llegó al río y ¡Qué bonita es la política! (28-10-2017)
- Ignacio Escolar, El martirio y Elecciones el 21-D (27-10-2017) 
- Ada Colau, No en mi nombre (27-10-2017) 
- Enric Juliana, Catalunya, fatalidad y destino y El error Puigdemont, en evidencia (28-10-2017) 
- Fernando López Agudín, Después del 155 ¿qué? (28-10-2017)
- Editorial / La Jornada, Cataluña: el peor de los escenarios (28-10-2017)

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